El atletismo marca la pauta en el Proyecto FER. El rey de los deportes es el más numeroso de todos cuantos forman parte de este programa. Desde el principio, en el equipo FER, ha habido saltadores, velocistas, lanzadores, mediofondistas… Sin embargo, no ha sido hasta esta sexta edición cuando ha aportado todas sus modalidades. Faltaba una especialidad: la marcha atlética. Y por fin, se ha completado el círculo.
El protagonista de tal novedad es Eloy Hornero, un joven de 18 años, nacido en Castellón de la Plana y cuya historia es bien curiosa. Eloy tuvo su primer contacto con la marcha hace apenas 3 años. “En mi colegio, el Peñeta Roja, necesitaban a alguien que hiciera marcha para completar el equipo que iba a participar en el programa “Divirtiéndose con el atletismo”. Me lo propusieron y me lancé. Aquella primera experiencia se me dio bastante bien. Meses más tarde, me apunté al Playas de Castellón y, a las pocas semanas, ya estaba disputando competiciones oficiales. Sí, podríamos decir que mi caso es bastante peculiar”, comenta el deportista castellonense.
En realidad, Eloy Hornero solo ha competido al máximo nivel nacional desde el año 2017. Su inmersión por completo en la marcha atlética es muy reciente. Con todo, sus prestaciones son asombrosas. Durante el pasado curso, se proclamó campeón de España juvenil o sub’18 de marcha en ruta y logró la plata en la prueba de los 10km sobre el tartán del Campeonato Nacional de la misma categoría. “Gran parte de estos resultados se los debo a mi entrenadora, a Marian Ruiz, que está sacando lo mejor de mí”, explica el atleta castellonense. Según su propia opinión, “creo que tengo una técnica bastante buena, aunque puedo mejorarla para evitar las sanciones, tan peligrosas en esta disciplina. El aspecto que más he de trabajar es el psicológico; sobre todo, porque me como mucho la cabeza y, a veces, llego demasiado presionado a las competiciones”, comenta Hornero.
El marchador FER no echará de menos el año 2018, su primer curso como sub’20 o junior. Más bien, al contrario. “Cuanto antes acabe, mejor”, expresa. En febrero, pocas jornadas antes del Campeonato de España sub’20 en ruta que, además, se celebraba en la Comunitat Valenciana, en Burjassot, contrajo un resfriado que le lastró el día del evento. Meses más tarde, durante el último domingo de junio, sufrió un golpe de calor en plena celebración del Nacional junior al aire libre. “Era en Murcia, hacía un calor insufrible y lo pasé muy mal. Me llevé un buen susto. Cuando abandoné, casi había perdido hasta el conocimiento. Fue un día duro; pero bueno, una experiencia más. De todo se aprende. Deseoso de que llegue el próximo año para cambiar el rumbo de la historia”, comenta el deportista castellonense.
Creo que tengo una técnica bastante buena, aunque puedo mejorarla para evitar las sanciones, tan peligrosas en esta disciplina
Eloy Hornero
Aunque la marcha es un deporte que requiere de muchos kilómetros, “lo llevo relativamente bien. Es cierto que, a veces, las series largas se me atragantan, pero tengo una gran capacidad de sufrimiento y lo supero”: Eso sí, al ser la marcha una modalidad tan poco extendida, lamenta su habitual soledad en los entrenamientos. “Esto de ejercitarme solo casi siempre es lo que peor llevo”, reconoce el componente del Proyecto FER. Su carácter le empuja a ser solidario y generoso en plena disputa deportiva. “No me importa compartir el agua con rivales en plena competición”, afirma Eloy, amante, también, del cross, de las carreras de montaña y del barranquismo.
Capaz de relajarse “mirando un simple estanque de peces y no pensando en nada”, Hornero no es especialmente mitómano: “no soy de tener ídolos; pero, si he de elegir a algún marchador, me quedaría, por ejemplo, con Francisco Arcilla”. Con un amor propio y una autoexigencia fuera de lo común, Eloy devora los kilómetros con un único objetivo: que la suerte no le sea esquiva. Que la salud le respete. El resto ya lo aporta él.