Como cada año, la vela se ha mostrado fiel a su cita y ha aportado nuevas regatistas al Proyecto FER. En la edición de 2023, las incorporaciones han sido femeninas. Tres de esas caras nuevas son Irene de Tomás y las hermanas Momplet Baixauli (Isabel y Sara). La primera está especializada en la clase ILCA (modalidad individual y olímpica). Las hermanas practican la clase 29er (categoría preolímpica y en la que se compite por parejas). Las conocemos major.
Irene de Tomás
La clase ILCA femenina está muy bien representada en el Proyecto FER. Sus embajadoras son las hermanas Adán, Claudia y Elena, Adriana Beatriz Castro y, desde este año, Irene de Tomás (Valencia, 15 años). La joven regatista valenciana heredó la pasión por la vela de su familia. Dio sus primeros pasos a los 6 años, en la categoría optimist. “Me encaminé hacia la modalidad ILCA porque me la aconsejó mi padre, porque mis hermanas mayores ya la practicaban y porque había muy buena flota en el Club Náutico de Valencia”, comenta. Considera que esta modalidad es de las más completas. “Exige ser fria, calculadora y estratega, para tomar buenas decisiones. También requiere tener una buena técnica, pero, sobre todo, unas grandes condiciones físicas: fuerza, potencia, Resistencia..”, señala Irene, quien añade: “A la hora de autoevaluarme, destacaría, como virtudes, mi capacidad de concentración, lo cual me ayuda a adoptar buenas decisiones en plena regata. Por contra, he de ganar en peso, en corpulencia, en musculación… En una palabra, en físico. Con poco viento, soy rápida. Con unas condiciones más complicadas, sufro más. Y prefiero una ola larga, sin corrientes y mareas”, explica.
Irene de Tomás firmó un 2022 de ensueño. Siempre en la clase ILCA 4, se proclamó campeona de España sub-16; logró el oro en el Campeonato de Europa sub-18, en Polonia; y conquistó el bronce en el Mundial sub-16, en Portugal. De momento, en este curso 2023, ha sido campeona de España en ILCA 4 y campeona de España sub-17 en ILCA 6. Por contra, no estuvo tan inspirada en el Europeo (26ª plaza de 166 competidoras y 4ª de las 40 españolas participantes). “Mi idea es que 2023 sea el ultimo en ILCA 4. De hecho, durante esta temporada, ya me estoy incorporando a ILCA 6”, señala. Pese a la exigencia de este deporte, Irene disfruta “al sentir la brisa del mar en la cara. La sensación de atravesar las olas mientras navego es algo que no tiene precio para mí. Una de las pocas cosas que no me gustan de la vela es el frío que se puede pasar entre regata y regata, en los momentos de descanso”, comenta De Tomás.
Hermanas Momplet
Por su parte, Isabel Momplet, de 20 años, y Sara Momplet, de 18, no sólo son hermanas. También son compañeras de embarcación. De momento, en la clase 29er. “Todavía estábamos en optimist y en láser, pero nos propusieron probar la caña del 29er. La primera experiencia ya fue un subidón de adrenalina. Exigía mucha rapidez en las maniobras, te permitía adquirir mucha velocidad… En suma, era muy divertido. Además, era una clase preolímpica que te encamina hacia la modalidad olímpica femenina, la 49er FX y, sobre todo, nos permitía competir juntas”, recuerdan las nuevas deportistas FER.
A base de esfuerzo y pasión, se han convertido en una de las duplas de la vela valenciana con más proyección. En última instancia, su objetivo pasa por dar el salto a la clase olímpica 49erFX. “En octubre y en diciembre de 2022, ya estuvimos unos días en el CEAR de Santander para probar los barcos olímpicos. El cambio de clase no está sólo en nuestras manos. Hay que escuchar opiniones y consejos de entrenadores y técnicos. Y, por supuesto, hay que elegir bien el momento. No obstante, nosotras estamos decididas”, comentan las hermanas Momplet, quienes añaden: “La condición física es vital, pero queda difuminada sin una buena compenetración, sin una buena química, entre las dos personas de la embarcación, entre el triplulante y el patron, tanto dentro como fuera del agua”, expresan.
En 2022, como principales resultados, Isabel y Sara Momplet consiguieron el oro en la clasificación femenina del Campeonato de Europa clase 29er, en Dinamarca, y la octava plaza en la clasificación femenina del Campeonato del Mundo, en Barcelona. De momento, en 2023, han logrado un espectacular resultado: medalla de oro en la clasificación global del Campeonato de España. Fue a finales de abril, en Santander. A Isabel, la mayor, la vela le apasiona “porque es como mezclarme con la naturaleza, y porque me permite viajar y tener grandes vivencias personales”. A Sara, la pequeña, “porque me permite desconectar de todo, evadirme”. Isabel aporta su contribución “técnica para que el barco tenga estabilidad y velocidad”. Sara suma “determinación, seguridad”. Ahora, como casi todas las jóvenes regatistas, están en el proceso de ganar en peso, en condición física, “para poder responder mejor ante condiciones más adversas”, señalan. Si lo consiguen, estarán más cerca de sus referencias: en chicos, Diego Botín y Florian Trittel; en chicas, Tamara Echegoyen y Paula Barceló.