Regreso a los tapices. Tras dos meses de paréntesis, Raúl Martínez y Daniel Ros ya tienen preparados sus dobok. No es un retorno cualquiera. Es un reencuentro muy especial. Coincide con el inicio de la, ahora sí, definitiva cuenta atrás para la participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. A menos de un año y medio de que llegue grandiosa cita deportiva en la capital nipona, cada torneo es vital.
El ilicitano Raúl Martínez inicia en breve su particular carrusel de competiciones. Por delante, un primer tramo de año de auténtico vértigo. Tres meses sin apenas tregua que desembocarán en el Campeonato del Mundo, previsto a finales de mayo en la ciudad inglesa de Manchester. Más tardía será la reaparición de Ros. Operado de un dedo de su mano derecha a principios de diciembre, el deportista de Catral no retomará los eventos oficiales hasta el mes de marzo. Para ambos, arranca un año que promete fuertes emociones. En diciembre, sabrán si acceden de forma automática a los Juegos de Tokio o si, por contra, han de acudir a los torneos preolímpicos.
Raúl Martínez, de 27 años, protagonizó un 2018 de auténtico ensueño. Aunque no pudo ascender al podio en la gran cita del pasado ejercicio (fue quinto en el Campeonato de Europa celebrado en Rusia), sí consiguió brillantes resultados internacionales en eventos del máximo nivel. Fue plata en el Grand Prix de Roma, y logró sendas medallas de oro en el Grand Prix de Manchester y en los Juegos Mediterráneos de Tarragona. Este exitoso balance le ha permitido situarse en la octava plaza del ranking olímpico, pero muy cerca del sexto lugar, la última de las posiciones que conceden pasaporte olímpico de forma directa.
Si mantenemos el nivel alcanzado, podemos soñar con meter la cabeza entre los 6 mejores del ranking
Raúl Martínez
“Vamos por el buen camino. Estamos en la buena dirección. Estamos relativamente cerca del gran objetivo. Si mantenemos el nivel alcanzado durante el pasado curso, podemos soñar con meter la cabeza entre los 6 mejores del ranking y lograr la clasificación automática para Tokio”, apunta Raúl.
La sucesión de competiciones para Raúl Martínez se iniciará con la Copa Presidente Europa, evento previsto en Turquía del 9 al 12 de febrero. Días más tardes, del 13 al 17 de febrero, también en el país otomano, se celebrará el Open de Turquía. Y una semana más tarde, del 22 al 24 de febrero, llegará el turno del Open de Egipto. Ya en marzo, del 1 al 3 de marzo, será el momento del Open de Las Vegas, certamen en el que ya podía reaparecer Daniel Ros, y del que ambos guardan un excelente recuerdo del pasado año: oro para Daniel Ros, plata para Raúl Martínez.
También en marzo, están programados el Campeonato de España absoluto y el Open de Bélgica, pruebas en las que las participaciones de ambos deportistas FER son una incógnita. La agenda del mes de abril incluye la Copa Presidente África y el Open Internacional de España. Este frenético calendario alcanzará su momento culminante con el Campeonato del Mundo, cita prevista en Manchester durante el mes de mayo.
Si Raúl Martínez acaricia la clasificación directa para los Juegos Olímpicos de Tokio, más complicado se le presenta este objetivo a Daniel Ros. Tras una sensacional primera mitad de año 2018, en la que el taekwondista de Catral consiguió una fantástica medalla de plata en el Campeonato de Europa, Ros empeoró sus resultados en el tramo final del curso. En los últimos 4 torneos de 2018 (los Grand Prix de Moscú, China, Manchester y Dubái), cayó eliminado a las primeras de cambio.
Las malas noticias nunca llegan solas. En diciembre, durante un entrenamiento, se rompió el dedo de la mano derecha, contratiempo que le obligó a pasar por el quirófano a principios de enero. Si todo va bien, Daniel reaparecerá en marzo. Duodécimo en el ranking olímpico, a partir de ese momento, iniciará una lucha contra el reloj para recuperar terreno y posiciones. Por el camino, muchos obstáculos. Pero sobre todo, anhelos, ganas e ilusión.
Si todo va bien, Daniel Ros reaparecerá en marzo e iniciará una lucha contra el reloj para recuperar posiciones