En esencia e históricamente, aunque sea de manera oficiosa, el mes de junio representa el pistoletazo de salida del mercadeo en los deportes colectivos. Fichajes, renovaciones, traspasos, cesiones… A principios de este mes, se confirmó una noticia especialmente gratificante para una componente del Proyecto FER, Lorena Segura. La jugadora del Valencia Basket recibía la confirmación de su incorporación al primer equipo. Todo un regalo. Además, en el sentido estricto de la palabra, porque Lorena conoció este ascenso horas antes de celebrar su vigésimo cumpleaños, el día 3 de junio.
La escolta valenciana (1,82m) ha pertenecido a la escuela del Valencia Basket durante los últimos 6 años. Es toda una pionera. El 1 de abril de 2019 se convirtió en la primera fémina en inscribir su nombre en el “Mur dels Somnis”, el lustroso y selecto panel de L’Alqueria en el que figuran todos los jugadores formados en la cantera del club de la Fonteta y que han disfrutado de minutos en el primer equipo. Lorena alcanzó tal honor un 23 de marzo del pasado año, el día en que disputó 2 minutos y 45 segundos durante el encuentro de la Liga Femenina entre el Valencia Basket y el Araski de Vitoria. Durante esta pasada temporada, la 19-20, Lorena ha basculado entre los entrenamientos con el Valencia Basket y los partidos de la Liga Femenina 2 con el Picken Claret.
“Es fácilmente imaginable la alegría que me llevé cuando me comunicaron la noticia; además, me lo transmitieron horas antes de cumplir los 20 años. Ha sido, posiblemente el mejor regalo de mi vida”, señala Lorena Segura. Además, la llegada de Lorena al primer equipo coincide con la confección de una plantilla realmente espectacular. “Compartir equipo con Raquel Carrera, con Leticia Romero, con Queralt Casas, con Laura Gil, con Cristina Ouviña, etc, me genera una ilusión enorme. Estoy muy contenta. Espero devolver al club la confianza que ha depositado en mí al darme esta enorme oportunidad. Estoy deseando que empiece la temporada”, comenta Lorena, quien este verano se había planteado como objetivo la disputa del Campeonato de Europa sub-20 con la selección española. “En teoría, ya no hay selecciones inferiores con las que jugar. Si quiero volver a un combinado nacional, ya debe ser el absoluto. Ahora bien, vamos a ver si el próximo verano programan, de forma excepcional, y por lo acontecido este año, un Europeo sub-21”, explica la deportista FER y jugadora del Valencia Basket.
La incorporación de Lorena al primer equipo del Valencia Basket fue motivo de una gran celebración familiar. La saga de los Segura Moreno podría componer un quinteto sobre la cancha. Y aún habría un sexto componente para dar rotaciones. Lorena es la segunda de 6 hermanos. Tres chicas y tres chicos. Y todos practican el baloncesto. “Yo, en concreto, empecé mi vinculación con este deporte a los 8 años, en el colegio Don Bosco. La pasión por la pelota naranja y por las canastas están en nuestros genes”, afirma Lorena.
Mientras Lorena Segura es el ejemplo perfecto de pujanza, de brío, de insultante juventud, Silvia Navarro es el prototipo de longevidad. A sus 41 años, la eterna portera de la selección española de balonmano continúa dando muestras de solvencia y vitalidad. A finales de mayo, renovaba, un año más, su contrato con el Rocasa de Gran Canaria, equipo que milita en la División de honor. Es decir, la incombustible deportista valenciana cumplirá, en la temporada 20-21, su octavo curso en el conjunto insular.
“No sé si será mi última campaña en activo o no. Sí es cierto que los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que espero y deseo estar, pueden significar una especie de frontera. Pero no quiero adelantarme a los acontecimientos. Todo a su tiempo. Yo me sigo encontrando en muy buenas condiciones físicas y mentales. Y este año, con el objetivo olímpico en el horizonte, lo quiero disfrutar a tope”, expresa la portera valenciana. A finales de año, si todo va bien y la crisis sanitaria del covid-19 lo permite, Silvia estará presente en el Europeo de selecciones en Dinamarca y Noruega. En marzo de 2021, llegará el Preolímpico en Lliria. Y ya, durante el próximo verano, el sueño olímpico de Tokio. “Esta es mi hoja de ruta. Espero que la salud y las lesiones me permitan cubrir este apasionante viaje”, concluye Silvia Navarro. El DNI asegura que tiene 41 años. De mente y rendimiento, son muchos menos.