Cuatro meses después, Bakú vuelve a convertirse en el epicentro de la gimnasia rítmica internacional. En mayo, ya lo fue con motivo del Campeonato de Europa. Ahora, la razón es, si cabe, de mayor relevancia: la disputa del Campeonato del Mundo, certamen, además, clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio. Del 16 al 22 de septiembre, la capital de Azerbaiyán acogerá a las grandes figuras en el manejo y control de los aros, la pelota, la cinta y las mazas. Además, a diferencia del Europeo de mayo, en el que sólo hubo modalidad individual, en este Mundial se celebran los dos torneos, tanto el individual, como el de conjuntos. Hoy nos centramos en la competición individual.
Cuatro son las deportistas españolas que van a participar en esta especialidad. Tres de ellas son componentes del Proyecto FER: María Añó, Polina Berezina y Noa Ros. La cuarta es la catalana Natalia García. Finalmente, la seleccionadora nacional de rítmica individual, Alejandra Quereda, ha decidido asignar el protagonismo principal a Añó y a Berezina. Ambas se enfrentarán al all around o rotación completa (los cuatro ejercicios). Mientras, Ros y García sólo harán un aparato. Es decir, María y Polina disponen de la oportunidad de protagonizar una auténtica hazaña: convertirse en una de las 24 mejores (con un máximo de dos por país) tras la ejecución del primer all around (puntúan las tres mejores notas de los cuatro ejercicios, se descarta la peor). Después, habrá un segundo all around para las 24 finalistas. Las 16 mejores conseguirán el billete olímpico para sus respectivas naciones.
Para Polina Berezina, de 21 años, el de Bakú será su tercer Campeonato del Mundo absoluto. En 2017, en Pesaro, ocupó la 34ª plaza de 90 competidoras. En 2018, en Sofía, finalizó en el 37º puesto de 115 gimnastas. Durante este curso, ha destacado especialmente en las Copa del Mundo Guadalajara y Portimao. Esta última, se disputó hace apenas tres días. Mientras, en el Campeonato de Europa, terminó en la 16ª posición de las 45 deportistas que hicieron los cuatro ejercicios. Por su parte, Añó, de 16 años, sólo ha disputado un Campeonato del Mundo, el del pasado año de Sofía, donde su participación fue simbólica (sólo hizo el ejercicio de aro). En la actual temporada, la gimnasta de Benicarló deslumbró en el Campeonato de Europa, certamen en el que acabó décima en el all around o rotación completa, y donde rozó la presencia en la final del ejercicio de mazas.
Respecto de sus opciones, Polina Berezina admite que es “complicado meterse entre las 24 mejores; pero, si hacemos bien el trabajo, minimizamos los errores, y los jueces nos respetan y se muestran justos, tendremos nuestras opciones. Particularmente, creo que llego mejor al Mundial que al Europeo. Me veo más preparada. Y las competiciones posteriores al Europeo y previas al Mundial me han salido bastante bien; por ejemplo, sin ir más lejos, la Copa del Mundo de Portugal de este pasado fin de semana”, comenta Polina.
Es complicado meterse entre las 24 mejores; pero, si hacemos bien el trabajo, tendremos nuestras opciones
Polina Berezina
La tercera representante del Proyecto FER en el certamen universal previsto para la próxima semana en Bakú es Noa Ros, también de 16 años. Ros también estuvo el pasado año en el Mundial de Sofía; pero, al igual que Añó, sólo hizo un aparato. La deportista de Coves de Vinromà ha tenido un curso 2019 lleno de contrastes. Por ejemplo, sufrió la decepción de ser la descartada para el Campeonato de Europa desarrollado en mayo. Sin embargo, pocas semanas después, a finales de junio, la joven gimnasta FER demostró madurez y personalidad al proclamarse campeona de España. Además, hace pocas semanas, protagonizó una más que interesante actuación en la Copa del Mundo de Kazán. En el Mundial de Bakú, Ros hará el ejercicio de mazas.