Los Juegos Olímpicos de Río 2016 encaran su recta definitiva, pero todavía tienen reservadas muchas emociones. Aunque el calendario de competiciones se va empequeñeciendo, y aunque el vértigo de hace unas jornadas ya es recuerdo y nostalgia, aún hay citas relevantes destinadas a proporcionar grandes alegrías al deporte español y, en concreto, al Proyecto FER. De la delegación FER desplazada a Brasil, ya han competido 15 representantes. Solo faltan dos por entrar en escena. El destino ha querido dejar para las últimas jornadas una clara y firme opción de medalla: el concurso de Alejandra Quereda y Elena López, la cuota valenciana en el equipo nacional de gimnasia rítmica.
En las quinielas previas a los Juegos de Río, la gimnasia rítmica era señalada por casi todos los analistas como una sólida esperanza de podio para la delegación española. Ávidos y necesitados de éxitos tras una cosecha inferior a la prevista, los representantes del deporte patrio multiplican, más si cabe, su confianza e ilusión en las cinco ases de las cintas, los aros y las mazas. Las protagonistas son las primeras interesadas. Primero, por su propio orgullo y ambición; segundo, por saldar la cuenta pendiente de Londres 2012, donde se quedaron a las puertas del bronce.
Un total de 12 países participan el sábado en la fase de clasificación. La jornada se celebrará entre las 3 y las 7 de la tarde, hora española. Cada uno de los doce conjuntos desarrollará dos ejercicios. En primer lugar, el de cinco cintas; posteriormente, el mixto de aros y mazas. Los 8 equipos que reciban una mayor puntuación accederán a la gran final, prevista para el domingo desde las 4 hasta las 6 de la tarde.
Entre los expertos, existe absoluta unanimidad a la hora de señalar los favoritos. Hay 6 aspirantes para las 3 plazas de podio: Bulgaria, Rusia, Israel, Italia, Bielorrusia y España. Las FER Alejandra Quereda y Elena López han contribuido a que la etapa preolímpica en 2016 haya resultado de ensueño. 14 podios entre el Campeonato de Europa y las diferentes Copas del Mundo disputadas. Sin embargo, nada sería comparable a un metal olímpico en Rio.