Emotivo. Con lágrimas, incluso. Así ha transcurrido el reciente fin de semana deportivo para el Proyecto FER. Un episodio que ha deparado una gran diversidad de conclusiones y noticias: fines de trayectos, despegues poderosos, ejemplos de crecimientos, contratiempos inoportunos… De todo ello, lo más llamativo ha sido el rendimiento ofrecido por Ricardo Ten en el Campeonato del Mundo de ciclismo paralímpico en ruta, evento desarrollado en Portugal.
El longevo componente del equipo FER continúa superándose a sí mismo. Sigue empecinado en dejar pequeño el diccionario. Si el jueves lograba la medalla de oro en la contrarreloj individual, el sábado rozaba la corona universal en la prueba en línea, modalidad en la que conquistó la plata. A sus 45 años, Ricardo ratifica que, de no surgir ningún contratiempo, llegará pletórico a los Juegos Paralímpicos de Tokio, certamen en el que también espera estar un Maurice Eckhard que ha aprovechado este Mundial de Portugal para reivindicarse. Su plata en la crono y su cuarta posición en la especialidad de fondo en carretera le han permitido reforzar su candidatura. Maurice ha pasado de estar prácticamente descartado a tener sus opciones. La decisión corresponde al seleccionador, Félix García Casas. La solución es cuestión de días.
Mientras, el fin de semana ha representado el fin de trayecto para las gimnastas del Proyecto FER. Todas ellas han visto como se esfumaba el sueño olímpico. La última oportunidad pasaba por el Campeonato de Europa en Bulgaria. La dificultad era máxima. El certamen continental solo ofrecía dos billetes para Tokio: uno, en individual; otro, en conjuntos. Por lo que respecta a la modalidad individual, Polina Berezina firmó una sensacional actuación. Posiblemente, el torneo más completo de su vida. En la fase clasificatoria, disputada entre el jueves y el viernes, ocupó la 15ª plaza, de un total de 64 participantes. Ya en la jornada del sábado, en la final que reunía a las 24 mejores de la calificación, Polina repitió esa 15ª posición. No pudo conseguir el billete olímpico (quedó la tercera de las 8 aspirantes), pero lo luchó hasta el último momento. Poco más se le puede pedir. Por ello, en cuanto acabó la competición, y víctima de un explosivo cóctel de emociones y recuerdos, se derrumbó. Le pudo la tensión. No obstante, nada tiene que reprocharse.
Con respecto a la modalidad de conjuntos, también por unos instantes, el jovencísimo combinado español se vio en Tokio. El equipo nacional, en el que se integraba Patricia Pérez Fos, hizo dos ejercicios prácticamente perfectos. Casi inmaculados. Los mejores desde que empezaron a competir, hace apenas tres meses. Teniendo en cuenta la juventud de sus componentes, y el poco tiempo, apenas 8 meses, que llevaban trabajando, el mérito era inconmensurable. El conjunto español había cuadrado su actuación en el instante y el evento apropiados. La ilusión de conseguir el único billete olímpico disponible duró hasta que apareció Ucrania, la gran rival en la carrera hacia Tokio. Al final, 8ª plaza de 18 conjuntos. La rítmica española tendrá que esperar hasta París 2024.
Con respecto al atletismo, el principal foco de atención de las últimas jornadas se localizaba en Arona, Tenerife, escenario de una Reunión Internacional de pruebas combinadas en la que Jorge Ureña afrontaba una nueva oportunidad de hacer la mínima olímpica, o, cuanto menos, de acercarse a esa marca exigida en el decatlón (8.350 puntos). Una vez más, la mala suerte se interpuso en su camino. Se lesionó el sábado durante la tercera prueba, el salto de longitud. Si la dolencia sufrida anteayer se lo permite, dispone de una última oportunidad. Será en el Campeonato de España, dentro de dos semanas, en Getafe. En Arona, también estuvo Claudia Conte, quien no para de progresar y de superarse a sí misma en cada comparecencia. Ayer, a pesar de no estar especialmente brillante ni en la longitud ni en la jabalina, unos espectaculares 800m le permitieron atravesar una nueva frontera: superó los 6.000 puntos en el heptatlón. En concreto, hizo 6029 puntos.
Por último, en paratriatlón, Héctor Catalá disputó la segunda y última prueba internacional antes de afrontar los Juegos Paralímpicos de Tokio. Si la semana pasada, el deportista de Serra lograba la plata en la Serie Mundial celebrada en Leeds, ayer se hacía con la medalla de oro en la Copa del Mundo desarrollada en Besançon, Francia. De esta forma, Héctor confirma que es una de las principales opciones de podio de cara a los Juegos de Tokio.