Ana Pérez Box (Alicante, 29/12/1995) lleva 15 meses de auténtico esplendor. Desde que el 25 de mayo de 2018 consiguiera la medalla de bronce en el Grand Prix de Hohot, China, la deportista FER inauguró una etapa plena de logros y conquistas en grandes eventos internacionales. Todavía durante el curso pasado, alcanzó el oro en el Grand Prix de Cancún y el bronce en el Grand Prix de Uzbekistán. Ya en 2019, Ana ha seguido enriqueciendo su palmarés. Ha sumado sendas platas en el Grand Prix de Marrakech y en el Grand Slam de Ekaterimburgo, y un bronce en el Grand Prix de Budapest. Toda esta concatenación de éxitos le ha permitido albergar serias opciones de competir en los Juegos Olímpicos de 2020. De hecho, si hoy mismo se cerrara el proceso clasificatorio, Ana viajaría a Tokio y sería olímpica. Sin embargo, a pesar de esta ráfaga de brillantez y triunfos, la judoca alicantina (ambiciosa, ganadora y autocrítica) sigue teniendo deudas pendientes consigo mismo. Le falta despuntar en un Campeonato de Europa o del Mundo. En pocos días, el lunes 26 de agosto, dispone de una nueva oportunidad. Llega un nuevo Mundial. Precisamente, en Tokio.
Así es. De momento, no hay forma de ascender a los podios de un Campeonato del Mundo o de un Campeonato de Europa. En 2018, llegaba bien al Mundial, pero acusé la inexperiencia del debutante. Y este año, en el Europeo de junio en Minsk, llegué corta de preparación tras una inactividad de más de un mes; la lesión sufrida a principios de mayo en el Grand Slam de Bakú me impidió llegar en plenitud de condiciones. Esperemos que en el Mundial de este año en Tokio me puedo sacar esta pequeña espina que tengo clavada.
Así es. Las participantes son prácticamente las mismas en ambos eventos. Las mejores del mundo, las que están luchando por estar en los Juegos Olímpicos de Tokio, compiten tanto en un Grand Slam como en un Campeonato del Mundo. Son dos certámenes prácticamente idénticos en cuanto a participación y en cuanto a dificultad.
No. Si he conseguido seis podios en grandes torneos internacionales durante los últimos 15 meses, perfectamente lo puedo lograr en este Campeonato del Mundo. Llegar a cuartos de final no suena mal, sería un aceptable resultado; pero de inicio, no me conformo con ello.
Por supuesto. No sólo por ser la ciudad que, en menos de un año, acogerá los Juegos Olímpicos de 2020. Además, en Japón, el judo se vive con pasión y con fervor. La verdad es que este Mundial no puede tener más alicientes.
Sí. De momento, me encuentro muy bien situada. Estoy entre las 5 o 6 primeras del ranking olímpico de mi categoría de peso (menos 52 kg) y se clasifican las 18 primeras. Aunque queda mucho (el proceso se cierra a finales de abril de 2020), estoy en el camino. Una medalla en este Campeonato del Mundo supondría el pasaporte casi virtual.