David Cantero: “Me gusta arriesgar; el que pueda, que me siga”

David Cantero del Campo. Prepárense para escuchar este nombre en multitud de ocasiones. Con tan sólo 21 años, este joven triatleta de Aldaia se perfila como uno de los grandes embajadores del deporte valenciano durante los próximos meses y años. Aunque sea aconsejable mantener la prudencia y pisar tierra firme, resulta difícil reprimir la ilusión. Los hechos son tan elocuentes que fomentan el optimismo. Casi, la euforia. El último y más reciente, el estruendoso éxito firmado hace pocos días. El pasado jueves, David Cantero se proclamó campeón del mundo sub-23 en Málaga. De por sí, la simple lectura o pronunciación del hito impacta, impresiona. Pero el asombro se dispara con la autoridad de su victoria. Cantero se impuso de forma aplastante, abrumadora. Sin oposición. El componente del Proyecto FER protagonizó una exhibición primorosa. A la altura de lo que es, un portento. 

Tras un excelente segmento acuático (de los 70 participantes, salió del agua en la séptima plaza, a sólo 12 segundos de los líderes), David Cantero permaneció durante todo el tramo de ciclismo en un grupo cabecero con 11 integrantes. La clave residía en evitar caídas, en esquivar averías, en llegar sano y salvo al tercer y definitivo capítulo, los 10 kilómetros de atletismo. Nada más bajarse de la bicicleta, nada más quitarse el casco y cambiarse las zapatillas, David, un carácter indómito con cara de ángel, atacó. Su cambio de ritmo pilló a todos por sorpresa. Perplejos y aturdidos, el resto de triatletas observaba como la distancia iba incrementándose sin remisión. Sólo una crisis podía arrebatarle la victoria y el título mundial. El horizonte era suyo y sólo suyo. Mirada al frente. Hacia el infinito. Hacia la gloria. Hasta la meta. Campeón.

David Cantero, con Roberto Cejuela, su preparador y componente de FER Entrenadores
Entre las dos victorias consecutivas en las Copas del Mundo de Valencia de 2023 y 2024, y el reciente triunfo en el Campeonato del Mundo sub-23, ¿con qué éxito te quedas y por qué razón?

No me resulta fácil elegir. Cada éxito tiene sus emociones. Desde luego, ganar una prueba internacional en casa me generó unas sensaciones indescriptibles. Pero es verdad que este título mundial sub-23 significa mucho para mí. Tiene un inmenso valor. Y más, en una temporada que no ha sido fácil. Como dije la pasada semana, este oro mundialista representa un antes y un después.

Tus dos últimos éxitos, el de la Copa del Mundo de Valencia y el del jueves en Málaga, han tenido una coincidencia. Nada más empezar el segmento de la carrera a pie, lanzaste el ataque. ¿No puedes o no quieres contenerte?

No es que no quiera o no pueda contenerme. Es mi estrategia. Siempre que tengo la suerte de empezar la carrera a pie en cabeza, salgo a tope. Y el que pueda, que me siga. Sé que ese tramo de atletismo es mi punto fuerte y he de explotarlo. He de arriesgar.

El pasado jueves en Málaga, te vimos especialmente eufórico. Tanto, que, al paso por la meta por penúltima vez, a la altura del kilómetro 7,5, de la carrera a pie, y con la victoria prácticamente asegurada, no pudiste evitar gestos de alegría dirigidos al público. Imaginamos que tenías que sacar las emociones porque no ha sido un año fácil…

Así es. Me considero un deportista muy respetuoso y al que no le gusta sobreactuar. Sigo al pie de la letra aquello de que no se puede cantar victoria hasta pasar la línea de meta. Pero el pasado jueves, no pude contenerme. Insisto, ha sido un curso difícil por diferentes motivos. Sin ir más lejos, hace un mes, tuve que retirarme en el Campeonato de Europa, carrera que era clave para mí. Por tanto, verme cerca de mi gran sueño del año y ver a mi familia cada vez que pasaba por meta me llevaron a celebrar el triunfo antes del final. Ha sido una especie de ‘el que la sigue, la consigue’.

Desde fuera, la impresión que tenemos es la siguiente: si David Cantero sale bien situado del agua, es capaz de todo. ¿También tú lo percibes así?

Sí. Esa es la clave. Si salgo bien situado de la natación, tengo mucho camino recorrido. El pasado jueves, desde la primera vuelta en el agua, me sentía bien. Me veía entre los primeros y sabía que podía ser un gran día. En ocasiones, he de controlar esa emoción o ese subidón en carrera.

En enero, cumplirás 22 años. Pese a tu juventud, ¿te sientes preparado para, a partir del próximo año, luchar de tú a tú con las grandes estrellas internacionales? ¿O crees que aún ha de pasar un tiempo?

Todo forma parte de un proceso muy duro y exigente. Desde luego, me veo preparado para, desde ya, a partir de la próxima temporada, competir en las Series Mundiales, donde están las grandes estrellas internacionales. Creo que estoy en el camino. Es obvio que tengo mis capacidades, pero el nivel es tan salvaje… Veremos dónde me encuentro el próximo año. Quedan mucho trabajo por delante.

Por último, ¿algún mensaje especial después de tu victoria en Málaga? Y este próximo sábado, afrontas una Copa del Mundo en Corea. ¿Es tu última prueba del año?

Recibí muchos mensajes, claro. Pero me quedo con el mensaje para mí mismo. Algo así como ‘te lo mereces por no haber tirado la toalla en ningún momento en este 2024’. Sinceramente, me lo he ganado. Yo y los que están conmigo día a día. Y sí, este sábado cierro la temporada en Corea. Después, descansaré un par de semanas.