Daniel Ros y Hugo Arillo: el taekwondo de la Comunitat pega fuerte

Abanderado por el olímpico Raúl Martínez, el taekwondo de la Comunitat Valenciana goza de buena salud. Hay base, hay futuro. Y, sobre todo, hay un presente que genera optimismo e ilusión gracias a dos deportistas que no sólo se encuentran en la vanguardia española; además, se asoman, con cierta frecuencia, a las plazas nobles en los eventos internacionales. Así lo han confirmado, durante las últimas jornadas, Daniel Ros y Hugo Arillo. El primero, ya veterano, ya contrastado, logró, la pasada semana, la medalla de bronce en la Copa Presidente Europa, certamen celebrado en Turquía. El segundo, emergente, pujante, conquistó, a mediados de septiembre, el oro en el Open de Polonia.

 

Daniel Ros (Catral, Alicante, 28 años) ha arrancado este nuevo ciclo olímpico con la firme convicción de que puede llegar a París 2024. En diciembre de 2018, el taekwondista FER (categoría de menos 87 kg) acumulaba muchas opciones de clasificarse para Tokio. Sin embargo, en aquel momento, Ros vivió la peor de las experiencias que puede sufrir un deportista: un largo periodo de inactividad a causa de las lesiones. Víctima de una dolencia en el dedo de su mano derecha, el alicantino tuvo que pasar dos veces por el quirófano. Posteriormente, cuando empezaba a ver la luz, sobrevino la pandemia del covid-19. Conclusión: Ros enlazó dos cursos casi completos sin apenas competir. Se veía obligado a, prácticamente, empezar de cero a partir de 2021.

Durante el presente año, el deportista de Catral ha ofrecido claroscuros. No obstante, en el balance global, hay más luces que sombras. Por ejemplo, en marzo, encadenaba un oro en el Open de Bulgaria y una plata en el Open de Turquía. En abril, por contra, no estuvo especialmente inspirado en el Campeonato de Europa, torneo disputado en Sofía. Su último gran resultado, muy reciente, ha sido la medalla de bronce conquistada, hace pocos días, en la Copa Presidente Europa. Es decir, Daniel Ros, de 27 años, mantiene intacta su clase, su calidad y su ambición. El alicantino sigue con cuerda para rato, pero apuesta por la prudencia: “No quiero mirar más allá del día a día. La lesión sufrida hace casi tres años, y que truncó mi sueño de estar en Tokio, o la pandemia que hemos sufrido, me han enseñado a no hacer planes, ni siquiera, al corto plazo. Voy día a día, semana a semana. Creo que, en la actualidad, soy mejor competidor que el de antes de sufrir la lesión a finales de 2018. He progresado en todas las facetas; especialmente, en el apartado físico”, señala Ros, quien, antes de la conclusión de este año, todavía disputará, a finales de octubre, el Open de Holanda.

 

 

Con respecto a sus opciones olímpicas, el deportista de Catral se muestra muy optimista. Por supuesto, que hay posibilidades. Tantas, o más, que las existentes en el ciclo anterior. Gran parte de esas opciones pasan por el Campeonato del Mundo del próximo año, 2022. Si logro hacer un buen Mundial y, por ejemplo, alcanzar las semifinales, daría un paso de gigante hacia mi gran objetivo”, apunta Daniel Ros.

 

 

Por su parte, de Hugo Arillo (Elche, 19 años), se pueden aportar muchos datos, enumerar buenos resultados y explicar muchas virtudes. Sin embargo, hay un hecho muy significativo. Hace apenas una semana, en uno de los combates previos a la consecución de la medalla de oro en el Open de Polonia, el deportista FER apabulló a Adrián Vicente, el taekwondista español que disputó los Juegos Olímpicos de Tokio en la categoría de menos 58 kg. Apasionado de su deporte, Arillo desarrolla su día a día en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat. Es, sin duda, uno de los taekwondistas nacionales más emergentes del momento.

En lo que va de año, Hugo ha competido en 10 torneos. Destacan la medalla de bronce en el Open de Turquía; la novena plaza, tras superar un combate, en el Campeonato de Europa absoluto; la medalla de bronce en el Open Internacional de España; el oro en el Nacional absoluto; la quinta posición en los Multi European Games, y el oro en el Open de Polonia. En el lado contrario, la decepción sufrida en el Campeonato de Europa sub-21 en Estonia, donde aspiraba a medalla, pero donde fue derrotado, con claridad, en el segundo combate, los octavos de final.

El deportista ilicitano es consciente de que obtener una plaza olímpica para París no es imposible, pero sí, una misión titánica. “Con sinceridad, creo que tengo nivel y condiciones para asaltar el pasaporte olímpico de 2024. Cada vez, percibo más madurez sobre los tapices. Sé que he de remontar muchas posiciones en el ranking internacional, pero no es un reto imposible. Quizás, mi ciclo olímpico real sea el de Los Angeles 2028, pero no voy a renunciar a intentar obtenerlo para Paris. Va a ser vital el próximo año 2022, curso que acogerá Mundial y Europeo, dos eventos decisivos que van a repartir muchos puntos”, señala Hugo, quien también se refiere a su teórica desventaja por su poca envergadura: “No lo veo ningún inconveniente, ya que el campeón olímpico de mi peso en Tokio es de mi altura”, comenta, para finalizar, Arillo.