Por inusual, por excepcional, por extraordinaria, Daniel Monfort es protagonista de una historia tan llamativa como significativa. En atletismo, no es habitual que un deportista sub-18 sea convocado para un gran evento internacional sub-20. Monfort, sin embargo, ha roto la norma. El joven componente del Proyecto FER, especializado en marcha atlética, ha cumplido, en 2023, su segunda y última temporada como sub-18, categoría de edad que, durante este año, no ofrecía su alterno (curso sí, curso no) Campeonato de Europa. De hecho, en principio, la única cita internacional durante este ejercicio para los atletas menores de 18 años era el FOJE (Festival Olímpico de la Juventud Europea), celebrado en Eslovenia durante la última semana de julio. No obstante, el deportista castellonense se encuentra en Jerusalén escenario, desde el pasado lunes, del Campeonato de Europa sub-20. Y mañana, jueves 10 de agosto, afrontará la prueba de 10.000 metros marcha. Todo un hito. Para Monfort, el icónico Muro de las Lamentaciones se convierte en ‘El Muro de las Celebraciones’.
La presencia de Daniel Monfort en el Europeo sub-20 de atletismo empezó a fraguarse desde el mes de abril. En ese momento, el deportista castellonense brilló en Cornellá, donde cubrió los 5 kilómetros en 20:39, la cuarta mejor marca sub-18 de la historia en esa distancia. Semanas más tarde, un 2 de junio, se exhibió en el Gran Premio Internacional Cantones, en La Coruña, donde obtuvo la segunda plaza en la carrera sub-20 y, al tiempo, consiguió la mínima para el certamen continental de la categoría. Dani se postulaba. Se reivindicaba. Se ‘ofrecía’. Y volvía a dejar más argumentos con el oro en el Campeonato de España sub-18 y con la victoria en los 5.000 metros del Festival Olímpico de la Juventud (20:22, segundo mejor crono sub-18 de siempre, sólo por detrás de Diego García Carrera). Sólo un día más tarde de este último éxito, recibía la grata noticia.
“Desde la segunda plaza en la carrera sub-20 de La Coruña, tenía esperanzas, pero claro, al no ser habitual que un sub-18 sea convocado para un Mundial o un Europeo sub-20, no me quería hacer ilusiones. El caso es que, cuando me lo dijeron, no podía esta más contento. Fue un momento de gran felicidad. Me lo tomo como una gran recompensa, como un premio a todo el esfuerzo realizado”, recuerda, Daniel Monfort, poco amante, en sus primeros contactos con el atletismo, de la marcha atlética. “Al principio, no me gustaba, no me atraía, no quería practicarla, pero, gracias a unos profesores del Colegio Peñeta Roja que me insistieron para que no abandonara, me acabó enganchando. Ahora, no la cambiaría por nada”, señala el deportista castellonense.
Preguntado sobre si prefiere el tartán de una pista o la ruta para desarrollar su prueba, Monfort no muestra una especial preferencia por una de las dos superficies. “Me es indiferente, la verdad. Si acaso, es posible que se puedan conseguir mejores cronos en la ruta, pero, por lo demás, no tengo una predilección por una u otra”, comenta Monfort, especialmente admirador de la técnica de marcha que ostenta el murciano Miguel Ángel López.
Daniel Monfort no siente “ni vértigo ni miedo por enfrentarse a rivales con más edad y, por tanto, con más experiencia que yo. Entre que me encuentro en un gran momento de forma, y entre la motivación, las ganas y la ilusión que tengo, creo que lo puedo hacer muy bien. Por marcas, no es ninguna utopía aspirar a un top-6 o un top-8. Es decir, si me sale perfecto, por qué no soñar, incluso, con optar a una medalla”, comenta el deportista FER, todo un ejemplo de precocidad. Y, sobre todo, todo un talento, un diamante en bruto.