Confirmaciones, resurgimientos, evoluciones, mejoras… Todas estas respuestas de los deportistas del Proyecto FER han tenido cabida durante el reciente fin de semana. Ya en sus inicios, en la noche del viernes, el último capítulo deportivo del mes de octubre ofrecía una gran noticia: la presencia de Néstor Abad en la final del all around (la final del concurso completo) del Campeonato del Mundo de gimnasia artística en Doha. Todo un hito en la trayectoria del deportista de Alcoi. Tras las jornadas de clasificación del jueves y el viernes (el alicantino compitió el primer día y tuvo que esperar al viernes para confirmar su presencia entre los elegidos), Abad ocupó una magnífica 12ª plaza del total de los 115 competidores que hicieron la rotación completa de los 6 aparatos. De esta manera, el deportista FER ratifica que es el mejor gimnasta español del momento y apuntala su espectacular temporada. La esperada final entre los 24 mejores del mundo se celebrará este miércoles, 31 de octubre. Todos volverán a partir de cero y volverán a enfrentarse a los 6 ejercicios. Además, por equipos, el conjunto español ocupaba la 11ª plaza de los 45 combinados participantes. Es decir, ha superado una primera criba de cara a los Juegos de Tokio. En el Mundial de 2019, los 12 mejores de los 24 conjuntos presentes obtendrán el anhelado pasaporte olímpico.
El éxito de Néstor Abad se convirtió en todo un estímulo para otros deportistas FER que también han comparecido en las últimas jornadas. Por ejemplo, para las dos taekwondistas que competían en el Open de Serbia, evento que deparó un doble premio. Por una parte, Blanca Palmer (menos 53 kg) se llevaba la medalla de oro tras ganar 4 combates. La gandiense, que poco a poco va recuperando su mejor versión, no lograba subir a un podio internacional desde hace casi un año. Mientras, Aida Martínez (más de 73 kg) alcanzaba la medalla de bronce tras ser víctima en las semifinales de una controvertida decisión arbitral. La deportista de L’Alcudia ya ganó este mismo torneo en 2017. Ambas taekwondistas dan señales de resurgimiento, de recuperación. Todavía en clave de artes marciales (esta vez, en el judo), ni Ana Pérez Box ni Isabel Puche pudieron brillar en el prestigioso Grand Slam de Abu Dhabi. Ana ganó el primer cruce. Ya en los cuartos de final, cayó en la lotería del Golden Score (en el tiempo adicional) ante una rival italiana que, a la postre, se colgó la medalla de oro. No pudo rehacerse en la repesca y, por tanto, acabó séptima. Por su parte, Isabel Puche fue derrotada en el primer combate.
Mientras, la ciudad canadiense de Milton ha acogido la segunda Copa del Mundo de la temporada de ciclismo en pista. El evento, puntuable para la carrera hacia los Juegos Olímpicos de Tokio, contaba con la presencia de dos deportistas FER: Sebastián Mora y Alejandro Martínez Chorro. Sebastián no pudo ascender al podio en la madison. Prácticamente, calcó la actuación firmada 7 días antes en Francia. El castellonense y el balear Albert Torres acabaron sextos. Se les están resistiendo las medallas en sus últimas comparecencias. Por su parte, Alejandro Martínez Chorro y sus dos compañeros del conjunto español de velocidad por equipos se quedaron más cerca que nunca de la final. Competían 15 tridentes, correspondientes a otros tantos países. A las rondas finales de esta modalidad acceden los 8 combinados más rápidos en las rondas clasificatorias. El equipo español marcó el décimo mejor tiempo, muy cerca del octavo. Mejoraron sus prestaciones con respecto a anteriores competiciones, pero la progresión fue insuficiente.
Con respecto al triatlón, Roberto Sánchez Mantecón, uno de los componentes que en más ocasiones ha encumbrado al Proyecto FER en 2018, concluía este fin de semana su exigente temporada con la disputa de la Copa de Europa absoluta distancia sprint de Funchal. El certamen reunía un selecto cartel de participantes (en total, eran 50). Tras viajar directamente desde Israel, donde pocos días antes había conquistado el bronce en el Europeo sub 23, el deportista de Manises obtenía una meritoria undécima posición. A sus 22 años, el valenciano ha puesto los cimientos para convertirse en un excepcional triatleta.
Por último, en gimnasia rítmica, María Añó, de solo 16 años, era una de las 18 participantes en el Grand Prix de Marbella, evento de cierto nivel internacional. Entre sus propios méritos, y favorecida por la norma que impide la presencia de dos deportistas de un mismo país en las finales, la gimnasta de Benicarló, una de las grandes promesas de la rítmica nacional, lograba meterse en las 4 finales individuales. Ya en las finales, María obtenía su mejor resultado con la cuarta plaza en el ejercicio de cinta.