Blanca Palmer, Tamara Miquel, María Ortiz y Juan Vicente Giner
Vuelven los fines de semana triunfales. Tras el parón estival y tras el tsunami informativo de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, reaparece la normalidad. Y, con ella, la bendita rutina del Proyecto FER de convertir cada sábado y cada domingo en fechas muy productivas. En días con motivos para la celebración. Ni más ni menos que lo acontecido durante las últimas 48 horas. Por ejemplo, por el doblete de oro alcanzado en el Campeonato de España junior de taekwondo, celebrado en Segovia. Por una parte, Blanca Palmer (menos de 46 kg) demostró, de nuevo, su solvencia y seguridad. Vamos, que es casi infalible. Convertida en sensación desde que, el pasado mes de mayo, lograra, con tan solo 17 años, la plata en el Europeo absoluto, a la joven taekwondista de Gandía no le afecta la presión. Se presentaba en Segovia como la indiscutible favorita en su categoría de peso. Las quinielas le concedían el título. Y las previsiones se cumplieron a rajatabla. Madurez a prueba de bomba. Tanta como la valentía y el coraje de su amiga e inseparable Tamara Miquel. Aquejada de una rotura fibrilar sufrida hace un mes, menguada de condiciones, y todavía sin la autorización médica, la deportista de Picanya (categoría de menos de 49 kg) combinó su osadía y talento para proclamarse campeona de España junior. Mezcla de inconsciencia y pasión. De ambición por crecer y de devoción por el taekwondo. Las coronas nacionales llevan una recompensa añadida. Ambas participarán dentro de un mes en el Campeonato del Mundo junior en Canadá.
Quien también tiene poderosas razones para sonreír es María Ortiz. La joven judoca de Torrent reaparecía este fin de semana tras la lesión padecida en el hombro durante el pasado mes de mayo en Galicia. Y su regreso resultó redondo. La deportista FER (menos de 57 kg) se colgaba la medalla de oro en la Copa de España junior celebrada en Valencia. La mejor de las 10 participantes en su categoría de peso. Ganó los tres combates que disputó y tuvo magníficas sensaciones. Ni rastro del contratiempo sufrido antes del verano. Inmejorable rampa de lanzamiento para afrontar su segundo ejercicio como junior. Otro de los podios ocupados durante el fin de semana correspondió a Juan Vicente Giner. El alicantino, de 18 años de edad, afrontaba su gran cita del año: el Campeonato de España junior de ciclismo BMX, certamen que se desarrollaba en Terrassa. Se enfrentaba a otros 9 competidores. Acabó siendo subcampeón nacional. No pudo reeditar el oro conseguido en 2015. No obstante, sigue en la vanguardia del BMX español. De hecho, horas más tarde, concluyó cuarto de 16 participantes en el torneo absoluto.
Pero los fogonazos del Proyecto FER no solo se limitan a las fronteras nacionales. Los brillantes resultados de los deportistas valencianos también se han localizado en territorio foráneo. Por ejemplo, en el lejano país asiático de Qatar, sede durante toda la pasada semana del Campeonato del Mundo de ciclismo. El equipo FER estuvo presente en este certamen universal gracias a la participación de la torrevejense Sandra Alonso en la prueba de ruta de categoría junior. Sandra, de 18 años, rubricó una temporada de ensueño con una fantástica octava plaza en una carrera que congregó a más de 70 competidoras. La deportista FER peleó por las medallas en un sprint final muy abierto. Su actuación ratifica sus envidiables condiciones y confirman sus grandes expectativas de futuro. Para terminar, Ana Pérez Box no pasó de la segunda ronda en la Copa del Mundo absoluta de judo disputada en Glasgow. La alicantina perdió el combate de los octavos de final a pocos segundos de su conclusión. Por último, otra alicantina, Paula Lissorgues no pudo brillar en la Copa de España de vela clase láser radial celebrada en Salou. La razón, una desdichada lesión de espalda sufrida el viernes en plena competición. La deportista de El Campello padeció un auténtico calvario. A duras penas, pudo finalizar la prueba. Terminó novena entre las 25 competidoras de la categoría femenina sub 19. Otra forma de ganar. Al menos, en reconocimiento.