Preolímpicos aplazados. Eventos puntuables cancelados. Competiciones de toda condición suspendidas. Centros de Alto Rendimiento cerrados… La crisis sanitaria del covid-19 también ha dinamitado el mundo del deporte. Además, en un momento especialmente sensible: a tan sólo cuatro meses de los Juegos Olímpicos de Tokio. Pese al inquietante escenario, el Comité Olímpico Internacional apenas pestañea. Se mantiene casi imperturbable. Se muestra inflexible. Sea por inconsciencia, por temor a un desastre económico de grandes dimensiones o por querer difundir un mensaje de optimismo ante el pánico mundial generalizado, repite, una y mil veces, que los Juegos arrancarán en la capital japonesa el día previsto, el 24 de julio. A la espera de la evolución de la pandemia, sí es evidente que el coronavirus ha condicionado todo el proceso previo a Tokio 2020 y, sobre todo, la preparación de muchos deportistas. En los próximos días, vamos a conocer los testimonios de diversos componentes del Proyecto FER. Hoy, los dos primeros: Néstor Abad y Lidón Muñoz del Campo
“Como un león enjaulado”. Así se siente Néstor Abad, integrante del equipo español de gimnasia artística. El deportista alicantino se encuentra en su Alcoi natal desde el pasado martes, un día después de que quedara cerrado el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, el corazón del olimpismo nacional. Néstor lleva ya una semana sin sus inseparables anillas, barra fija o potro. “Básicamente, durante estos próximos días, me centraré en el entrenamiento físico. Sin instalaciones, no puedo hacer maravillas”, señala el gimnasta FER. Abad intuye que el goteo de eventos cancelados va a ser incesante. De momento, han suspendido la Copa del Mundo de Alemania, prevista para el próximo fin de semana. Parece improbable que se dispute la Copa del Mundo de Tokio, programada a principios de abril. Y está en el aire el Campeonato de Europa (26-31 de mayo, en Bakú).
Por todo ello, Néstor Abad se quedó perplejo al escuchar, hace pocos días, la rotundidad mostrada por Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional. “Me sorprendió una respuesta tan categórica sobre la disputa de los Juegos de Tokio. Y me hizo gracia la recomendación que nos trasladó a los deportistas de que sigamos entrenando y preparándonos. Cómo vamos a hacerlo si, cuanto menos aquí en España, han cerrado todos los Centros de Alto Rendimiento, con todo lo que ello supone para los que ahora no tenemos instalaciones donde entrenar”, concluye el deportista de Alcoi.
El segundo testimonio de esta entrega corresponde a Lidón Muñoz del Campo. La nadadora castellonense descontaba los días para la llegada del 1 de abril. Durante esa jornada, iba a iniciarse en Sabadell el Campeonato de España Open de Primavera, el certamen en el que Lidón tenía que certificar su billete olímpico tras haber obtenido la mínima en Ámsterdam el pasado mes de diciembre. El plan, sin embargo, se ha desvanecido. “Estaba concentrada en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada, pero el viernes, cuando se anunció el estado de alarma, tuvimos que volvernos en furgoneta. Ahora, estoy en Barcelona, y aquí seguiré unos días con la intención de no salir de casa”, comenta la nadadora FER.
Sobre cómo piensa afrontar las próximas jornadas, Lidón reconoce sus dudas e incertidumbres. “De momento, voy a estar inactiva unas jornadas. Me lo tomaré como un descanso. A partir de ahí, poco más puedo decir. Desconozco cuándo podremos volver a sumergirnos en una piscina. Si esta situación se prolonga más de la cuenta, tendré que intentar, en la medida que pueda, no perder del todo la forma. Habrá que hacer ejercicios físicos en casa. No podemos estar mucho tiempo parados y que la vuelta, cuando llegue, sea empezar de cero”, comenta, resignada, Lidón. Mentalmente, esta “mejor. La semana pasada sí entramos en estado de shock cuando empezamos a saber que todo se cancelaba”. Con respecto a los Juegos de Tokio, la castellonense entiende que el COI esté apurando al máximo para evitar hablar de suspensión o cancelación, “pero viendo cómo se desarrollan los acontecimientos, y teniendo en cuenta que la crisis puede llegar a más países, soy escéptica y tengo muchas dudas. Puede ocurrir perfectamente que muchos deportistas nos perdamos semanas o incluso meses de entrenamientos, lo cual acabaría siendo insostenible”, sentencia Lidón.