Gracias a nombres ilustres, a figuras carismáticas o casi irrepetibles, o a éxitos memorables, el tenis se ha convertido, durante las últimas tres décadas, en uno de los deportes con un mayor seguimiento y popularidad en España. La lista de ídolos para el gran público es casi interminable. Entre otros, Juan Carlos Ferrero, Arancha Sánchez Vicario, Álex Corretja, Conchita Martínez, David Ferrer, Anabel Medina, Rafa Nadal… y ahora, Carlos Alcaraz. Muchos de estos referentes son de la Comunitat Valenciana, convertido en uno de los territorios más fértiles, y con una afición más entendida y numerosa. Quién sabe si, dentro de un tiempo, con el paso de los años, Carles Córdoba y Charo Esquiva, dos de las nuevas perlas del tenis valenciano, alcanzan, también, la celebridad. De momento, son firmes promesas. De momento, se han incorporado el equipo FER 2023. Los conocemos mejor.
Carles Córdoba: “Mi Grand Slam favorito es Wimbledon”
“La derecha de Juan Martín del Potro; el revés de Novak Djokovic; el servicio de John Isner; la volea y elegancia de Roger Federer; y, cómo no, el carácter, la intensidad y la mentalidad de Rafa Nadal”. Así construiría Carles Córdoba Martínez (Carlet, 17 años) su tenista perfecto. Como suele ser habitual en España, el joven deportista valenciano se encuentra “más cómodo en la tierra batida. No obstante, mi Grand Slam favorito es Wimbledon. Al jugarse en una superficie tan poco habitual como la hierba, es un torneo único y especial. Me encantaría jugarlo algún día”, apunta Carles, quien se entrena habitualmente en el Algetenis, “un club situado a las afueras de Algemesí. Es pequeño y modesto, pero tiene mucha cantera y buenos entrenadores. Estoy muy a gusto aquí”, señala el nuevo componente del Proyecto FER.
Carles Córdoba se inició en el tenis con apenas 4 años. “A pesar de que no había antecedentes familiares, el tenis me atrajo desde muy pequeñito. Así, hasta convertirse en una pasión. Lo que más me gusta de este deporte es la adrenalina de la competición. Me encanta esa sensación. Hay un aspecto que me agrada y que me desagrada por igual. Tantos viajes me permiten conocer muchos destinos y a mucha gente, pero, por contra, al mismo tiempo, me obligan a estar demasiado tiempo fuera de casa. Por último, tampoco me gusta del todo la enorme influencia del factor mental”, comenta el joven tenista de Carlet, quien se autoevalúa de esta manera: “Me considero un tenista con unas buenas condiciones físicas; sobre todo, con una gran rapidez a la hora de desplazarme por la pista. Creo que soy bastante equilibrado y domino bien todos los golpes, pero mi gran fortaleza es la derecha. Además, soy muy luchador, muy competitivo, nunca doy un punto por perdido. Eso sí, siempre, con un comportamiento deportivo, noble y profesional”, indica Córdoba Martinez, campeón de España cadete en 2022 y cuyo principal objetivo en este curso es clasificarse para algún Grand Slam, o para el Campeonato de Europa junior.
Charo Esquiva: “Confío plenamente en mis entrenadores de siempre”
Si Carles Córdoba se siente plenamente identificado con el club Algetenis de Algemesí, Charo Esquiva (15 años, Bigastro, Alicante) sólo tiene palabras de reconocimiento y agradecimiento al Club de Tenis Los Balcones de Torrevieja, al que se incorporó cuando tenía 8 años. “Desde ese momento, estoy con los mismos entrenadores, en quienes confío plenamente. Ellos me lo han enseñado casi todo, me acompañan a los torneos y son casi de mi familia”, comenta la joven deportista alicantina, doble campeona de España infantil (individual y dobles) y medalla de bronce en el Europeo infantil durante 2022.
A la hora de definirse, Charo Esquiva comenta que su mayor virtud “es el golpe de derecha y la rapidez en la pista. Sin embargo, he de mejorar el servicio. Y también he de evolucionar en lo psicológico. He de gestionar mejor los nervios; ser más templada, ser más estable cuando comento errores. A veces, tras un mal partido o tras una derrota, me enfado mucho. Está bien ser ambiciosa y competitiva, pero he de asumir que no siempre se puede ganar. En una palabra, he de controlar mi mente”, señala.
Preguntada sobre su Grand Slam favorito, Charo Esquiva elige el Open de los Estados Unidos: “Ojalá pueda jugar allí algún día, porque, a pesar de que entreno principalmente en tierra batida, juego mejor en pista rápida”, comenta la tenista alicantina, quien, no obstante, durante la primera semana de junio, afrontará Roland Garros. Y en julio, Wimbledon. Charo estos billetes tan preciados gracias a su gran victoria en el ITF 500 de Offenbach, Alemania.
La joven deportista de Bigastro se queda “con el saque de Berrettini, la derecha de Alcaraz, el revés de Djokovic, la volea de Sinner y la cabeza de Rafa Nadal”. Charo no solo utiliza las manos para dominar la raqueta. También, para desarrollar otra de sus grandes aficiones, la música. Porque la nueva integrante del Proyecto FER toca el saxofón. “He estudiado en el conservatorio hasta el pasado verano. Ahora, lo de dejado porque el tenis y los estudios me absorben por completo. No obstante, en mis ratos libres, y para relajarme, aún lo toco. Y, si puedo, acompaño a la banda de música de mi pueblo en los conciertos y pasacalles”, explica. Quién sabe si, a medio plazo, sus compañeros de charanga le dedican en exclusiva un tema musical por sus éxitos. Con su evolución, no es nada descartable.