Tensa espera, feliz desenlace. Tres deportistas del Proyecto FER han estado con la respiración contenida y con el corazón en un puño durante los últimos días. La inquietud estaba más que justificada. Dependían de resultados y decisiones ajenas para cumplir su gran sueño: disputar los Juegos Olímpicos de Rio del próximo verano. Ellas, junto al resto de compañeras de sus respectivas selecciones, habían hecho los deberes con mayor o menor pulcritud, pero necesitaban una ayuda externa, un guiño del destino. Finalmente, la suerte, tan importante en todos los ámbitos de la vida, también en el deporte, ha representado el impulso definitivo para que Silvia Navarro y Lara González, con el equipo de balonmano, y Lola Riera, con el combinado de hockey, ya sean olímpicas. Suerte, sí. Pero merecida.
El proceso ha sido mucho más rápido en el caso del balonmano. La clasificación olímpica directa a través del Campeonato del Mundo finalizado recientemente en Dinamarca estaba carísima. Solo el campeón obtenía el ansiado billete para Rio 2016. Acostumbradas a los triunfos internacionales durante los últimos años, las guerreras sufrieron una brusca ruptura de su idilio con los éxitos tras la dolorosa eliminación en la ronda de octavos ante Francia. Pero el brillante expediente acumulado en el último lustro no podía resultar estéril. Y hubo justicia. La selección de Noruega se adjudicó el Mundial. Puesto que las nórdicas ya ganaron el Campeonato de Europa en diciembre de 2014 al imponerse a España en la final, el billete olímpico que corresponde al continente europeo pasaba automáticamente al vigente subcampeón: es decir, el combinado español. Las noruegas ya son amigas para siempre.
“Son las ironías del deporte”, afirma Silvia Navarro. “La misma selección que nos privó hace un año de ser campeonas de Europa es la que ahora nos ha dado la plaza olímpica al ganar el Campeonato del Mundo”, añade la portera valenciana. “Bienvenida sea la carambola. Pero que sufrimiento, sobre todo en el encuentro de semifinales entre Noruega y Rumania”, comenta Lara González”. Ambas deportistas FER coinciden en el siguiente diagnóstico: “Quizás en este Mundial de Dinamarca no hayamos estado al nivel casi sublime de otras competiciones. Así y todo, caímos en octavos de final con un desenlace de cara o cruz. Nuestra trayectoria de los últimos años nos hacía merecedoras del pasaporte olímpico. Ahora a intentar repetir el bronce de Londres 2012”, señalan, eufóricas y aliviadas, la portera valenciana y la lateral alicantina.
Mucho más de una semana ha tenido que esperar Lola Riera para poder celebrar que estará en Rio 2016. La selección española de hockey no pudo conseguir la clasificación directa ni a través del Campeonato de Europa ni a través del Preolímpico celebrado en Valencia durante el pasado mes de junio. Sin embargo, una concatenación de resultados deportivos en diferentes competiciones y, sobre todo, la renuncia de Sudáfrica convierten a las “Redsticks” en olímpicas. “El jueves 17 de diciembre fue uno de los días más felices de mi vida. Todo apuntaba a que sí, a que Sudáfrica renunciaría, pero hasta que no fuera oficial… Al final, la sexta plaza en el Preolímpico de Valencia ha resultado clave. Ahora a disfrutar de la experiencia y a ser ambiciosas en los Juegos”. Son palabras de Lola Riera. La deportista FER está exultante. No es para menos.