Dos oros. Dos historias sobre cómo llegar a la cima tras atravesar caminos llenos de espinas. Los deportistas FER Iván Cano (longitud T13) y Héctor Cabrera (jabalina F13) se proclamaron la pasada semana campeones en el Europeo de atletismo paralímpico, celebrado en Berlín, tras sortear todo tipo de dificultades. Dos ejemplos de cómo enfrentarse a las adversidades y salir triunfantes de ellas.
Héctor Cabrera: “Esta medalla de oro la recordaré mucho tiempo”
Campeón de Europa con un lanzamiento por encima de los 60m. Todo un éxito después de la odisea que viviste en las jornadas previas.
Sí, la verdad es que, durante los días previos, estaba muy nervioso. Mi jabalina y la maleta se perdieron en el viaje de ida y tuve que entrenar con distintas jabalinas que me prestó la organización. No sabíamos si finalmente aparecería. La tensión iba en aumento a medida que se aproximaba la competición. Es como si a Marc Márquez le dieran una moto nueva antes de un Gran Premio. La buena noticia llegó apenas 5 horas antes de tener que presentar las herramientas para el Campeonato. Fue in extremis, pero ya tenía mi jabalina y la maleta. A partir de ese momento, todo fue más rodado.
El concurso fue muy competido, ¿cómo lo viviste?
Este Europeo ha ofrecido un gran nivel. La prueba tuvo mucha calidad. El oro se cotizó caro. De hecho, hasta el quinto lanzamiento, no logré alcanzar la marca definitiva de 61,31m que me catapultó a lo más alto del podio. Además, tener a toda la familia en la grada y poder compartir con ellos esta medalla, ha sido una experiencia muy gratificante.
Aunque ya acumulas muchos logros, te hacía falta conseguir un gran éxito después de no quedar plenamente satisfecho ni en el Europeo de 2016, ni en los Juegos de Río 2016 ni en el Mundial 2018. ¿Es así?
En efecto. Ni la plata del Europeo de Grosseto, ni la quinta plaza de los Juegos de Río ni el bronce en el Mundial de Londres 2017 me habían satisfecho por completo. Este oro sí que ha representado una gran alegría. Lo recordaré durante mucho tiempo. Ahora, a descansar unas semanas. Y a partir de octubre, me plantearé asaltar el récord del mundo, que actualmente tiene el chino Zhu Pengkai con 64,38m. Y por supuesto, pensar en el Mundial de 2019, que será más tarde de lo habitual y, cómo no, en los Juegos de Tokio’20. Ya faltan menos de dos años, pero el tiempo pasa volando.
Iván Cano: “Hace tres meses pensaba que ni siquiera estaría en Berlín”
En el mes de mayo, sufriste una rotura de peroné y, apenas dos meses después, otra del radio del brazo derecho. En ese momento, ni te imaginarías que podrías proclamarte campeón de Europa…
De ninguna manera. A principios de mayo, mientras competía en la Reunión Internacional de L’Hospitalet, escuché un clac y, al salir del foso de longitud, supe que me había roto. La radiografía así lo corroboró: el peroné estaba fracturado. Mis sueños se esfumaron y competir en el Europeo quedaba prácticamente descartado. Increíblemente, logré recuperarme en tiempo récord y la esperanza de poder llegar a Berlín fue creciendo dentro de mí. Mi cuerpo respondía bien a la rehabilitación y las buenas sensaciones fueron el motor que me llevó hasta aquí.
Además, tenías el incentivo de que este Europeo ha sido la primera gran competición en la que se disputaba la longitud T13 como prueba del programa paralímpico de Tokio.
Sí, a pesar de todas las desgracias de los últimos meses, éste también ha sido un factor motivante. No me imaginé nunca poder ganar. El simple hecho de poder llegar a competir era, para mí, un regalo. Con una placa y ocho tornillos en la pierna conseguí realizar un salto de 6,77m que me proclamó campeón. Es un sueño y todavía estoy asimilándolo.
Se diría que tienes alas para superar cualquier obstáculo. Con este oro ya cuentas con tres medallas en tu palmarés Europeo, ¿cuál es tu próximo reto?
Sí, he revalidado el oro de Grosseto’16 y estoy muy contento, no sólo por el palmarés en sí mismo, sino por la forma en que he podido sobreponerme a todas las adversidades de los últimos meses. Ahora, necesito descansar. Me quitarán los tornillos y me iré de vacaciones. Después, empezaré a prepararme porque la temporada que viene será larga y, sobre todo, muy especial. El próximo Mundial es en noviembre de 2019 y, siete meses después, los Juegos de Tokio.