Segundo capítulo dedicado al Campeonato del Mundo de vóley playa, uno de los últimos grandes eventos deportivos de 2023 y que arranca este viernes, 6 de octubre, en México. De por sí, un certamen universal encierra una gran trascendencia y simbolismo. En esta ocasión, si cabe, mucho más. Es el último Mundial antes de la celebración de los Juegos de París. Es decir, una buena actuación en México relanza las candidaturas olímpicas.
Como ayer ya explicamos, van a ser 96 parejas, 48 masculinas y otras tantas femeninas, las que compitan en este torneo mundialista. Los 48 dúos de cada sexo quedan distribuidos en 12 grupos. En cada grupo, habrá cuatro tándems. Tras una liguilla, avanzan a los cruces finales, a partir de los dieciseisavos de final, los dos primeros de cada grupo y los 8 mejores terceros. Ayer, nos ocupamos de Pablo Herrera, quien, con 41 años, se dispone a disputar su undécimo Campeonato del Mundo. Turno hoy para las féminas, para Liliana Fernández y Paula Soria. Para Liliana es su quinto Mundial. En los cuatro anteriores, siempre con Elsa Baquerizo como compañera, acabó 9ª en tres ocasiones, y 17ª en otra. Es decir, en los cuatro anteriores (Roma 2011, Polonia 2013, Holanda 2015 y Hamburgo 2018), cayó en el cruce de octavos de final en tres ocasiones, y perdió en dieciseisavos el pasado año. Mientras Paula Soria debuta en un certamen universal.
Liliana Fernández y Paula Soria: “Está siendo un buen año; hemos superado las previsiones inciales”
Por muy acostumbradas que estemos a jugar competiciones internacionales del máximo nivel, un Mundial siempre es especial. Además, al margen de que concede muchos puntos de cara al ranking olímpico, va a ser el primer Mundial que vamos a disputar juntas, lo cual aún le concede más singularidad.
A todo lo enumerado, también destacaríamos la novena plaza en el Campeonato de Europa. El nivel del vóley playa en nuestro continente es muy alto. Por tanto, esa novena plaza tiene su mérito. Como también tiene su valor nuestra clasificación para este Mundial. En general, está siendo un año muy bueno. Incluso, diríamos que hemos superado nuestras expectativas. Por supuesto, siempre queremos más y no nos conformamos, pero hablaríamos de un notable
Obviamente, el objetivo mínimo es superar la fase de grupos y convertirnos en una de las 32 parejas que accedan a los cruces de dieciseisavos de final. Una vez en las eliminatorias definitivas, nos gustaría llegar lo más lejos posible. Llegar a octavos y lograr un top-10 ya sería un buen resultado. Nos vendría de maravilla. Pero ya anticipamos que, de inicio, nos será complicado pasar la fase de grupos. Tenemos a un rival durísimo como Australia, a Polonia, que son peligrosas y de nuestro nivel, y a la República Dominicana, que es una incógnita.
Estamos muy bien en el bloqueo defensivo. Paula y yo sacamos bien, Paula defiende bien, yo me salgo bien de la red… Por otra parte, habría que afianzar las recepciones y el ‘side out’, es decir, la construcción de nuestro juego cuando nos sacan.
En estas últimas semanas, hemos entrenado con unas mascarillas que nos limitan la entrada de oxígeno. El objetivo es simular esa falta de oxígeno que nos encontraremos en México con esa altitud sobre el nivel del mar.
Sí, vamos a participar en más torneos antes de que finalice el año. Por ejemplo, a finales de octubre, hay un Challenge en India. En noviembre, se celebra un torneo en Dubái, y ya en las últimas semanas de 2023, hay dos Challenge, uno en Tailandia y Filipinas, y un Elite en Brasil. Pero todavía no sabemos a lo que iremos. Decidiremos cuando finalicemos el Mundial.