Aunque parezca extraño, el calendario deportivo internacional todavía arrastra ciertos ajustes provocados por la pandemia del covid-19. Es el caso del inminente Campeonato del Mundo de taekwondo, certamen que va a desarrollarse en Guadalajara, México, desde este lunes 14 hasta el sábado 19 de noviembre. En principio, este certamen estaba fijado para el pasado año. No obstante, y para evitar la coincidencia con los Juegos Olímpicos de Tokio, se pospuso hasta 2022. Además, también ha cambiado de sede. Inicialmente, su escenario iba a ser China. Al margen de todo ello, este Mundial de taekwondo en México es uno de los últimos grandes torneos del deporte internacional durante 2022. Entre sus participantes, figuran dos componentes del Proyecto FER, Raúl Martínez y Hugo Arillo. Hoy, hablamos con Raúl
Raúl Martínez: “No creo que me perjudique competir en dos pesos distintos”
El veterano deportista ilicitano, de 31 años, afronta su sexto Mundial absoluto. Hasta el momento, ha sido noveno en Corea 2011, quinto en México 2013, noveno en Rusia 2015, noveno en Corea 2017 y quinto en Manchester 2019. Durante este año 2022, su mejor resultado ha sido la medalla de plata alcanzada en el Campeonato de Europa, torneo desarrollado en Manchester en el mes de mayo. Por contra, no ha podido brillar en ninguno de los tres Grand Prix celebrados hasta la fecha. Raúl competirá este martes 15 de noviembre.
Ha habido dos partes muy diferenciadas. Contento con la primera mitad del curso, en la que me adapté bien a la categoría de menos 87 kg, y en la que conseguí tres medallas internacionales. Sobre todo, claro, me quedo con la plata en el Campeonato de Europa. Por contra, desde junio, los resultados no han acompañado. Ni en los Juegos Mediterráneos ni en los tres Grand Prix disputados. También es cierto que, después del verano, tuve una lesión. Dicho esto, necesito un empujón.
Llego con buenas sensaciones y sin molestias. Estoy esperanzado en hacerlo bien y, por qué no decirlo, en subir al podio. Y, en efecto, hemos estado casi 20 días en Sierra Nevada. Hay que recordar que el Mundial se celebra en México, a una gran altitud sobre el nivel del mar. Creo que esta concentración en altura nos vendrá muy bien.
Sinceramente, no lo veo como un problema. De momento, hemos apostado por competir, preferentemente, en menos 87 kg, salvo en los Grand Prix, y mantenerme en el ranking olímpico de menos 80 kg. Me encuentro cómodo en ambas categorías. Son dos pesos muy parecidos. En menos 80, hay más ritmo y dinamismo; en menos 87, se necesita más contundencia en los golpes. Considero que son dos pesos compatibles y complementarios. No creo que me perjudique la alternancia.
Cuando hay un cambio, no pierdo excesivo tiempo en evaluar si me favorece o me perjudica. Si me gusta o me desagrada. Intento adaptarme a esa novedad lo antes posible. No tengo una respuesta clara. Mucha gente prefiere esta nueva puntuación, porque fomenta más el espectáculo e impide la especulación. Cada final de asalto es mucho más vibrante y decisivo. Pero en el fondo, estamos en las mismas. Hay que sumar más puntos que el rival y se acabó.
Si establecemos una comparación con el proceso previo a Tokio, en 2018, a estas alturas del año, estaba peor que ahora, estaba más retrasado en el ranking que ahora. Con ello, quiero decir que falta todavía un mundo por delante, que faltan todavía muchos puntos por repartirse. Obviamente, en efecto, he de conseguir medallas internacionales para fortalecer mis opciones. Pero hay tiempo y eventos por delante.