Segunda parte dedicada al balance del Proyecto FER en los Juegos Olímpicos de París 2024. Ayer, nos ocupamos de la plata de Vega Gimeno en el baloncesto 3×3, y de los diplomas logrados por Quique Llopis (cuarto en los 110m vallas), por Pablo Herrera (quinto tras caer en los cuartos de final del vóley playa) y por José Quiles (quinto tras caer en los cuartos de final de boxeo). Turno, hoy, para más protagonistas
Sebastián Mora: tercer diploma tras estar en la pelea
Por su propia naturaleza, es tradicional que la madison, prueba de ciclismo en pista, se desarrolle entre la confusión y el desconcierto. En el caso de la carrera de París 2024, fue más allá y se adentró en el alboroto. Más bien, en el caos. Tras un inicio en el que apenas se manifestó, el dúo nacional, integrado por el ciclista FER Sebastián Mora (Vila-real, 36 años) y el balear Albert Torres empezó a dar señales de vida trascurridas 40 vueltas. Comenzó a acumular puntos. Sumó en cuatro esprints consecutivos. Llegó a ilusionarnos. Tanto que, a falta de 120 vueltas. ostentó el liderazgo. Un privilegio efímero, En cuanto las parejas de Italia, de Dinamarca, de Japón y hasta de la República checa ganaron vuelta (en ese caso, se suman 20 puntos), quedaba claro que el podio se desvanecía. A lo máximo a lo que podía aspirar España era al diploma olímpico, que tampoco era un logro menor. Una caída de Albert Torres, tan fea como peligrosa, relegaba al dúo nacional a la novena plaza. Momentos después, llegaba la descalificación de Países Bajos, hecho que situaba a España en el octavo puesto. Por tanto, diploma olímpico para Sebastián Mora, el tercero tras los alcanzados en Londres y Tokio.
Lola Riera, mismo resultado que en Río y Tokio
Séptima plaza y, por tanto, diploma olímpico para las ‘Redsticks’. La selección española de hockey hierba completó una aceptable fase de grupos: dos victorias, dos derrotas y un empate, un balance que les concedió la tercera plaza en el grupo B. Durante esta liguilla, la valenciana Lola Riera asumió un protagonismo destacado con la obtención de diversos goles, tanto de penalti córner como de penalti stroke. Sin embargo, la aventura olímpica del combinado femenino español concluyó en los cuartos de final. Las chicas que prepara Carlos García Cuenca perdieron 2-0 contra Bélgica. No tuvieron opciones. Por tanto, las ‘Redsticks’ repetían el resultado alcanzado en los Juegos de Río y de Tokio: llegaban hasta los cuartos de final. En los dos anteriores Juegos, cayeron derrotadas ante el combinado de Gran Bretaña.
Ángela Martínez: gran remontada y a las puertas del diploma
Días antes, ya había ocurrido en el triatlón. Como si protestara por haber sido motivo de discordia, de polémica, incluso de mofa, durante estos Juegos Olímpicos, el Río Sena volvió a rebelarse. Las corrientes internas de sus aguas obligaron a las 24 nadadoras a realizar un esfuerzo supremo. Y, desde el principio, dispararon las diferencias, fragmentaron el grupo en múltiples unidades el grupo y dejaron cortadas a muchas participantes. Por ejemplo, a Ángela Martínez Guillén. La nadadora ilicitana, de 20 años, sufrió como nunca desde la primera brazada. Nada más empezar la prueba, quedó rezagada y bastante alejada de las primeras clasificadas. Sus ilusiones de ser protagonista en esta jornada tan especial se disiparon demasiado pronto. Pero Ángela no es de las que se rinde con facilidad. Todo lo contrario. Finalmente, tras una lucha denodada, marca de la casa, y tras una encomiable y espectacular remontada, ocupó una más que digna 10ª plaza. Y sólo cuatro segundos le separaron del diploma. Sólo cuatro segundos después de dos horas de nado. Muy buena actuación
Liliana Fernández y Paula Soria: nada que objetar
La maldición de los octavos de final volvió a cruzarse en el camino de Liliana Fernández. La veterana jugadora alicantina (Benidorm, 37 años) ha estado presente en cuatro Juegos Olímpicos: Londres, Río, Tokio y Paris. Y en todos ellos, se estrelló contra el muro de los octavos. En esta ocasión, formaba pareja con Paula Soria, que también es embajadora FER. Liliana y Paula cayeron eliminadas ante las suizas Huberli y Brunner, vigentes campeonas de Europa. Por cuartos Juegos consecutivos, Liliana acabó en la novena plaza. Es decir, a las puertas del diploma.
Como en tantos y tantos encuentros de vóley playa, ceder un primer set tremendamente igualado resultó mortal de necesidad. Y más, si la cesión se produce ante una pareja superior. En esos casos, hay un impacto visible, el numérico, el que se refleja en el marcador. Pero también hay una consecuencia invisible, la emocional, la anímica. Liliana y Paula disputaron una excelente primera manga. De tú a tú, de poder a poder, ante el durísimo conjunto suizo. Las alicantinas dispusieron de un resultado favorable de 19-17. Es decir, se vieron ganadoras, con todo lo que ello podía suponer. Pero no lo cerraron. Y desaprovechar esas oportunidades ante unas rivales de altura se paga caro. Qué distinta podía haber sido la historia en el caso de haber adquirido ventaja. El primer capítulo finalizó 23-21 para las helvéticas. En el segundo, un parcial inicial de 7-2 para Huberli y Brunner adelantó el desenlace. Las alicantinas lo intentaron todo, pero fue imposible. Pese a todo, pese a rozar el diploma, la pareja FER firmó un torneo olímpico más que correcto. Sobre todo, con una excelente fase de grupos.