Balance FER en los Juegos Olímpicos de París (1ª parte)

16 días de Juegos Olímpicos dan para mucho. Todas las delegaciones experimentan y acumulan alegrías, tristezas, sorpresas, expectativas cubiertas, decepciones  Así ha sido, también, para la expedición del Proyecto FER presente en la capital francesa. A continuación, enumeramos los mejores resultados logrados por los deportistas FER en París 2024.

Vega Gimeno: plata con la selección española de baloncesto 3x3

Estaba escrito. Demasiadas señales. Muchas coincidencias. Numerosos guiños del destino. A saber, hace tres años, en 2021, muy cerca de este mismo escenario, se proclamaron campeonas de Europa. A saber, hace tres meses, lograron la clasificación olímpica de forma milagrosa e inverosímil, con una canasta de espaldas y en el último segundo del partido clave. O, a saber, ya en el torneo olímpico de París, accedieron a las semifinales de forma automática, sin necesidad de repesca, tras una combinación de resultados tan mágica como inesperada. Con estos precedentes, todos tan favorables, todos tan halagüeños, cómo no pensar en un desenlace apoteósico para las chicas de selección española de baloncesto 3×3. Así fue. En su primera participación olímpica, el combinado nacional se colgó la medalla de plata. Y rozó el oro tras perder por sólo un punto ante Alemania. Espectacular. Gloria para Vega Gimeno, una de las líderes del equipo español.

Enrique Llopis: una cuarta plaza para la posteridad

8 de agosto de 2024. Fecha para la posteridad. Para la eternidad. Ya forma parte de la historia del deporte valenciano. Es la jornada en la que Quique Llopis Doménech, un chico de Bellreguard y de sólo 23 años, disputó la final de los 110m vallas en los Juegos Olímpicos de París y obtuvo una sensacional cuarta plaza. Un episodio único, asombroso, prodigioso. De hemeroteca y videoteca. De los que, ahora, en pleno fragor de la batalla, en pleno frenesí del directo, pueden quedar difuminados y no ser suficientemente reconocidos. Pero de los que, en el futuro, con la perspectiva del tiempo, con los análisis más en frío, permanecerán imborrables y cobrarán su verdadera y gigantesca dimensión. Y serán dignos de ser encuadrados con marcos de oro.

Llopis paró el crono en 13:20. No hizo una carrera impecable o pulcra. Es cierto que, con su plusmarca personal, los 13:09 establecidos a finales de junio en el Campeonato de España, en La Nucía, el embajador FER hubiera ocupado una plaza en el podio. Pero es imposible que esta cuarta plaza en una final olímpica sepa a poco. Todo lo contrario. Es un logro descomunal. De Bellreguard, a la aristocracia, a la nobleza, a la súper élite del atletismo internacional.

Pablo Herrera: leyenda y diploma olímpico

Pablo Herrera atravesó una frontera que se mantenía insuperable en los últimos cuatro Juegos Olímpicos: el tránsito desde los octavos hasta los cuartos de final. El longevo jugador castellonense y su compañero, el gaditano Adrián Gavira, fueron de menos a más. Empezaron con dudas y con derrota. Salvaron una situación límite en el segundo encuentro de la fase de grupos. Y, a partir de ese momento, desplegaron su mejor juego, tanto en el tercer partido de la liguilla, ante una dupla estadounidense, como en el cruce de los octavos de final, ante un dúo polaco. Ese pase a los cuartos les concedía su primer diploma olímpico, tras los intentos fallidos en Londres, Río y Tokio. Sin embargo, ya no pudieron progresar al caer contra un auténtico muro humano, el representado por la pareja noruega Andres Mol-Christian Sorum. Demasiado rival al otro lado de la red. No obstante, de esta forma tan bonita, se despedía Pablo de los Juegos Olímpicos: claro: con un diploma y, sobre todo, con el reconocimiento de contrincantes, árbitros, espectadores… Porque Pablo es leyenda. En la capital francesa, se ha convertido en el primer jugador de la historia en disputar seis Juegos.

José Quiles: dos no se pelean si uno no quiere

Pura impotencia. Rabia infinita. Hiriente desconsuelo. Profunda decepción. Desconcertante incredulidad… Son las sensaciones que atormentaban a José Quiles Brotons nada más concluir el combate de cuartos de final de París 2024. El púgil alicantino (Elda, 26 años) era consciente de que se le había escurrido de las manos una histórica oportunidad de convertirse en medallista olímpico. Pero todo lo que experimentaba se acentuaba al considerarse víctima de un episodio que tuvo poca nobleza y menos deportividad. Su rival, el uzbeko Abdumalik Khalokov, no quiso competir en buena lid. “Ha rehuido la pelea. Tras el primer combate, se ha limitado a defenderse, a evitar el contacto, a agarrarme. Más que moverse, correteaba por el ring. Fue desquiciante”, señaló Quiles. Faltaban, además, las decisiones de los jueces, siempre bajo sospecha en el mundo del boxeo. Al final, diploma para el deportista alicantino.

Fotografías: COE y RFEA