Empezar de cero, o casi, requiere paciencia y tiempo. Incluso, una cierta resignación ante la probable lentitud de la evolución. Eusebio Cáceres convino en 2016 que su carrera deportiva precisaba de un viraje. De un golpe de timón. El flojo resultado en el Campeonato de Europa al aire libre de Ámsterdam y la ausencia de los Juegos Olímpicos de Río constituyeron sendas advertencias casi definitivas. El atleta alicantino descubrió que necesitaba un cambio radical. Una especie de todo o nada para escapar del estancamiento, la atonía y la indiferencia. Para apostar por la aventura, la reinvención y la reconstrucción. Por ello, abandonó su Onil natal y sus entrenadores de toda la vida. Por ello, decidió iniciar una nueva etapa en Madrid. Transcurrido su primer año en el CAR de la capital de España, el balance es moderadamente positivo.
Para empezar, Eusebio Cáceres, de 26 años, ha mejorado en términos médicos. Aunque parece prácticamente imposible desembarazarse por completo de dolores, molestias y sustos, el saltador alicantino ha gozado en 2017 de una estabilidad física casi desconocida desde 2013. Todo un avance. Una conquista nada desdeñable. De hecho, su mejor salud le ha permitido estar presente en las dos grandes citas internacionales de este ejercicio. Otro hecho inédito en los últimos años. No obstante, la asignatura del rendimiento en las principales competiciones del año no ofrece unas conclusiones tan satisfactorias.
En el Campeonato de Europa de pista cubierta de Belgrado, no pudo estar entre los mejores. De los 18 participantes, Eusebio quedó noveno, a tan solo un centímetro del octavo (los ocho mejores accedían a la final). Otra vez la maldición del centímetro. El alicantino rememoró los fantasmas del Mundial de Moscú de 2013, donde, también, ese insignificante margen le privó del bronce. Meses más tarde, el atleta de Onil conseguía la mínima para disputar el Mundial al aire libre de Londres. Pese a hacerlo en la altura de Sierra Nevada, el alicantino llegó hasta unos imponentes 8,31m, a tan solo 6 centímetros de su mejor marca de siempre. El deportista FER era uno de los tapados de la delegación española para protagonizar, al menos, una brillante actuación en el certamen universal de la capital inglesa. Pero tampoco pudo acceder a la final. En este caso, tras acumular tres nulos en sus tres intentos. Algunos, por cuestión de milímetros.
Pese a todo, Eusebio sigue teniendo cartel. Engancha. Continúa ostentando el don de despertar expectación cuando se dispone a aterrizar en el foso de arena. Del alicantino, se sigue esperando un gran vuelo. Su causa mantiene muchos adeptos. Además, es capaz de originar un gran revuelo en las redes sociales a raíz de los artículos periodísticos posteriores a sus tres nulos de Londres. A pesar de que los resultados siguen sin sonreírle por completo, el deportista FER es uno de los atletas más mediáticos del panorama español. No obstante, afrontará un 2018 vital. El Campeonato del Mundo de pista cubierta en Birmingham y el Europeo al aire libre de Berlín se presentan como trenes definitivos. A ellos quiere subirse para dar la razón a quienes siguen apostando por el alicantino.