“Espero que este año pueda cambiar las platas por el oro. Ya toca…”. Eran las palabras de Awa Fam a este mismo portal informativo pocos días antes de empezar el Europeo sub-20 de baloncesto, en Lituania. Faltó poco. Muy poco. En realidad, todo iba a encaminado a que el combinado español, cuyo seleccionador ha sido el valenciano Rubén Burgos, se colgara el metal más preciado. Sin embargo, en la última estación, en la gran final, a las puertas de la meta, Francia se interpuso en el paseo triunfal de España tras un torneo que, hasta ese último capítulo, resultó impecable, inmaculado.
La selección española disputó siete encuentros. Los tres primeros correspondieron a la fase de grupos. Los cuatro restantes, a los cruces directos, a partir de los octavos de final. Los seis primeros partidos no sólo ofrecieron un pleno de victorias. Además, fueron triunfos apabullantes, incontestables. España arrolló a sus rivales sin concesiones. Faltó la guinda final, la rúbrica. Pese a ser la componente más joven del combinado nacional, Awa Fam (Santa Pola, 18 años) asumió un enorme protagonismo. El proporcional a sus portentosas condiciones, físicas y técnicas. El propio de una jugadora que, sólo unos días antes, había formado parte de la selección absoluta que, en breve, va a disputar los Juegos Olímpicos de París. Puntos, rebotes, liderazgo, intimidación… De hecho, en la gran final, aportó 20 puntos, 14 rebotes y tres asistencias para un global de 31 puntos de valoración. Las cifras hablan por sí mismas.
Su contribución en el último partido confirmó el galardón que Awa Fam construyó durante todo el torneo. La embajadora FER y, al tiempo, jugadora del Valencia Basket recibió la consideración de mejor jugadora del Europeo. Un espectacular logro personal que, en cierto modo, suaviza la decepción por la derrota en la gran final. De momento, a Awa se le sigue resistiendo el oro con la selección española. En 2022, se colgó sendas platas: en el Europeo sub-16, en Portugal, y en el Mundial sub-16, en Hungría. El pasado año, logró el mismo premio en el Campeonato del Mundo sub-19 en Turquía.
El oro se hace de rogar, pero, quizás, sea cuestión de pocas semanas. A principios de agosto, Awa será una de las integrantes de la selección española que afrontará en Portugal el Campeonato de Europa sub-18. A la deportista de Santa Pola le genera una especial ilusión este torneo, porque es el que concede el pasaporte para el Mundial sub-19 de 2025. Si en el Europeo sub-20, la deportista FER se ha exhibido, ¿qué será capaz de hacer en una competición de ‘su’ edad? Es fácil imaginarlo.