Como es habitual, la llegada del mes de noviembre significa el inicio de la nueva temporada para la esgrima. Se retoma la actividad. Se reactivan las competiciones. Sobre todo, las internacionales. También para Asier Olangua Fernández. El tirador FER (Valencia, 20 años), especializado en sable, se dispone a inaugurar un curso muy especial. Tras concluir su paso por la categoría junior, Asier se estrena como deportista absoluto. No obstante, en Europa, sólo en territorio continental, existen torneos exclusivos para competidores de edad sub-23. El deportista FER no es ajeno al exigente camino que le espera. Sobre todo, en este primer curso como absoluto, un ejercicio especialmente complicado. Es el peaje del debutante.
Durante las tres últimas campañas, las mismas en las que ha formado parte de la categoría junior, los principales resultados de Asier Olangua han llegado en la modalidad de equipos. Es decir, como componente de la selección española. Por ejemplo, contribuyó a las medallas de bronce logradas por el conjunto nacional en los dos últimos Campeonatos de Europa por equipos. Por contra, al tirador FER le ha faltado una gran conquista en los cuadros individuales. Hace escasamente dos semanas, Asier estrenó el nuevo curso con la presencia en la Copa del Mundo celebrada en Argelia. Tras una impecable poule o fase de grupos (seis combates, seis victorias), el tirador FER cayó derrotado por 15 tocados a 9 en el primer cruce, en los treintaidosavos de final, cuando quedaban 64 competidores en el tablón. Este fin de semana, afronta una competición europea específica para sub-23 en Múnich. Y en el horizonte, las grandes citas internacionales del curso: en mayo, el Europeo sub-23; en junio, el Europeo absoluto, en Italia; y en julio, el Campeonato del Mundo absoluto, en Georgia.
Afortunadamente, sí. Durante la temporada pasada, tuve que hacer frente a muchos cambios: de ciudad, de universidad, de entrenador, de compañeros… No fue fácil asimilarlo. He necesitado un tiempo para gestionar y asumir todas estas novedades. Ahora, felizmente, ya estoy adaptado.
Me veo preparado y, sobre todo, motivado. El curso pasado, ya participé en diversas Copas del Mundo absolutas. En general, experimenté buenas sensaciones. Además, en esta temporada, también tenemos previsto competir en diferentes pruebas específicas sub-23 en Europa, para que el salto no sea tan grande.
No del todo. Es cierto que este primer año absoluto o sub-23 es difícil, pero, para mí, el año más complicado es el último como junior, porque quieres despedirte a lo grande de esta categoría y te autoexiges. Ahora, estoy tranquilo. Sé que tengo un largo camino por delante. En la esgrima, un buen tirador se hace con el paso del tiempo y conforme va adquiriendo experiencia. Lo más importante es sentirme bien y, sobre todo, ir mejorando. Si lo consigo, llegarán los resultados.
Se mantiene, pero también se amplía. Nosotros dejamos de ser juniors y pasamos a ser absolutos. Es decir, ahora el equipo absoluto tiene más componentes. Por tanto, el equipo que compita en las grandes competiciones internacionales irá cambiando según el criterio y las decisiones del seleccionador. Mi objetivo de esta temporada pasa, por supuesto, por formar parte de ese equipo el mayor número de veces posible, pero, sobre todo, de mejorar mis resultados en el cuadro individual.
Es pronto para saberlo. Me remito a la respuesta anterior. Ahora, somos 12 deportistas en el equipo nacional de sable. Y a los grandes torneos (Copas del Mundo, Campeonatos de Europa y Campeonatos del Mundo) van cuatro. Opciones, hay, claro, pero hay que ganárselas.