Vuelve el rey de los deportes. Vuelve el atletismo. La disciplina que más integrantes aporta al Proyecto FER irrumpe de nuevo en el calendario de competiciones. Tras un paréntesis de casi medio año, reaparecen los saltos, los lanzamientos, las pruebas de velocidad, las carreras de medio fondo… En un primer momento, el protagonismo lo concitará la temporada de pista cubierta. Por delante, dos meses de pruebas bajo techo, principalmente nacionales, que alcanzarán su momento culminante con la disputa del Campeonato del Mundo de atletismo en Birmingham (Inglaterra), del 2 al 4 de marzo. Después, a partir de mayo, llegará el aire libre, con todas las miradas puestas en Berlín, del 6 al 12 de agosto, en el Campeonato de Europa de atletismo absoluto. Tanto en la primera parte del curso como en la segunda, los deportistas FER tienen ante sí la oportunidad de volver a superarse. De volver a brillar. Desde la categoría absoluta hasta las divisiones más inferiores.
Tras recuperar su mejor versión en 2017 (fue décimo en el Mundial de Londres al aire libre) y merodear, de nuevo, los 17m, el atleta castellonense pretende durante este curso reconquistar esa mágica frontera y, a ser posible, establecer el récord de España en triple salto. Si lo consigue, se situaría, otra vez, entre los finalistas de las grandes citas internacionales del año.
El saltador de Oníl afronta un año clave. El tiempo y las oportunidades pasan de forma inexorable. Los trenes empiezan a agotarse. Todo el talento y el potencial que se le presuponen han de aflorar sin más demora. A su alrededor, acumula incondicionales y escépticos a partes iguales. El alicantino es ambicioso. No solo aspira a competir en Birmingham y Berlín. Además, pretende luchar por subir al podio.
Para el combinero alicantino, 2017 fue un excelente año. Medalla de plata en el Europeo de pista cubierta en el heptathlon, y noveno en el decathlon del Campeonato del Mundo de Londres, Ureña fue nominado mejor atleta español del pasado ejercicio. 2018 ha de ser el curso de su confirmación y consolidación en la élite internacional. De hecho, aspira al podio en el Mundial indoor de Birmingham y, cuanto menos, quiere ser finalista en el Europeo de Berlín en la prueba de decathlon.
El año 2017 resultó, en palabras del propio deportista, “bastante bueno, tanto en resultados como en marcas”. Sin embargo, el mediofondista alicantino no pudo alcanzar las semifinales del Mundial al aire libre de Londres. Ahora, en 2018, llega su reválida. Sobre todo, en el Campeonato de Europa de comienzos de agosto: “Ese es mi gran reto. Ahí, tengo que meterme entre los 8 finalistas, sí o sí”. Dicho queda.
En su segunda temporada como sub 23, la mediofondista de Benicarló sueña con repetir el doble oro en los 1.500 del pasado año (tanto al aire libre, como en pista cubierta). Además, también pretende acercarse al podio en los Nacionales absolutos. Condiciones y ambición no le faltan. Carla es la gran esperanza del medio fondo valenciano.