En poco, o en nada, van a parecerse el pasado curso y el próximo para el rugby 7 español masculino. La versión frenética y dinámica del deporte del balón oval alcanzó la excelencia en el trienio comprendido entre 2015 y 2017.
La selección nacional encadenó brillantes logros con una facilidad inusitada: en 2015, subcampeones de Europa; en 2016, tercera plaza en el certamen continental y, sobre todo, histórica clasificación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro; y en 2017, bronce continental y ascenso a las Series Mundiales, pero, por el contrario, adiós al billete mundialista de 2018.
Precisamente, esa ausencia en el Campeonato del Mundo celebrado en San Francisco durante el pasado mes de julio convirtió la segunda mitad de este año en un curso de transición. Sin nada vital en juego, el seleccionador español, Pablo Feijoo, concibió el Europeo de esta temporada en un banco de pruebas, en un torneo casi experimental, en una oportunidad para conceder minutos a jugadores más jóvenes. Sin embargo, el tiempo de distensión ha terminado.
A año y medio para los Juegos de Tokio 2020, la grandiosa cita olímpica de la capital nipona empieza a condicionarlo todo. Ya se conocen los criterios clasificatorios para la misma. De momento, las selecciones más punteras ya saben qué deben conseguir en las dos competiciones previstas para los próximos meses. Para empezar, las Series Mundiales, el prestigioso torneo que recorre todo el mundo a lo largo de diez torneos, conceden 4 plazas olímpicas. Las 2 primeras Series se celebran en breve: la primera, del 30 de noviembre al 2 de diciembre, en Dubai; la segunda, del 7 al 9 de diciembre, en Ciudad del Cabo.
“No nos engañemos, conseguir una de las 4 primeras posiciones en las Series Mundiales es una empresa prácticamente imposible para nuestra selección. Con rivales como Australia, Fiji, Nueva Zelanda, Inglaterra, Argentina…, es un objetivo casi inalcanzable”, comenta Marcos Poggi, deportista del Proyecto FER.
No nos engañemos, conseguir una de las 4 primeras posiciones en las Series Mundiales es un objetivo casi inalcanzable
Marcos Poggi
La siguiente oportunidad, “una opción mucho más realista”, según Poggi, llegará con el Campeonato de Europa, certamen, que, como es habitual, se jugará durante el verano de 2019 y cuyo campeón recibirá el billete olímpico de forma directa. “Acabar primero el Europeo también es muy complicado, por supuesto. Pero es más accesible que lograr una de las 4 primeras plazas de las Series Mundiales”, comenta Javier Carrión, también componente del Proyecto FER, y también, al igual que Poggi, uno de los teóricamente fijos para los próximos retos.
“Además, aunque no quedemos campeón de Europa, una segunda plaza o, incluso una tercera, nos puede dar la plaza olímpica. Esto será así siempre y cuando las selecciones que nos precedan en el certamen continental sean una de las 4 primeras en las Series Mundiales. Por poner un ejemplo, si Inglaterra acaba entre los 4 primeras de las Series Mundiales y gana el Europeo, el segundo del Europeo iría a los Juegos de Tokio 2020”, explica Marcos Poggi.
Lo ocurrido en Mónaco en 2016 es inolvidable y, la verdad, muy difícil de repetir. Lo ideal sería dejar firmada nuestra presencia en Tokio 2020 a través del Campeonato de Europa
Javier Carrión
Como tercera y última vía, queda el Preolímpico, previsto para la primavera (mayo o junio) de 2020, unas semanas antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio. Un último cartucho que tanta emoción y recuerdos evoca. “Lo ocurrido en Mónaco en 2016 es inolvidable y, la verdad, muy difícil de repetir. Lo ideal sería dejar firmada nuestra presencia en Tokio 2020 a través del Campeonato de Europa.
Buscar el deseado pasaporte en el Preolímpico es una ruleta rusa y no es el mejor de los escenarios”, reflexiona Javier Carrión. Lo cierto es que, desde ya, ambos deportistas FER están volcados en el rugby seven. De momento, ni Carrión, con la Vila-joiosa, ni Poggi, con el Cisneros de Madrid, se plantean jugar la liga nacional de rugby 15. Los dos esperan contar al máximo para Pablo Feijoo, el seleccionador español. Los dos son dos valores seguros y fiables. Lo que se necesita una vez ha acabado la distensión y la transición para el seven español.