Hace 6 meses, acostada en la camilla de urgencias mi hermano y mi padre me daban la mala noticia, la noticia que más temen los deportistas: la lesión. Una rotura del ligamento anterior y ambos meniscos me harían pasar por quirófano.
Puedo recordar perfectamente el momento, ese nudo en la garganta, ese sentimiento de incapacidad, de no poder. Pero como siempre me han enseñado, hay que sacar fuerzas de donde sea, y siempre hay que ser positivos.
Hoy después de 192 días, por fin mi cirujano me ha dicho las palabras que han sido sin lugar a dudas mi mejor regalo de Navidad:
¡Ya puedes correr! 3 palabras que para la mayoría serán insignificantes, pero os puedo jurar que me han hecho la persona más feliz del mundo. Y es que todos aquellos que habéis estado conmigo estos últimos meses comprenderéis mi felicidad.
Agradezco de todo corazón todo el apoyo que me dieron mi familia y amigos desde el primer día. Esas visitas para verme realmente me alegraban e incluso un simple «mejórate» me ayudo muchísimo.
Gracias al Proyecto FER y a Sanus Vitae, que aunque he tenido esta lesión no han dudado en seguir apoyándome.
Gracias a mis doctoras, que siempre me habéis sacado esa sonrisa de la cara y habéis logrado que se me olvidara todo de la cabeza.
Y como no gracias a todos los fisios que me han tratado, especialmente mi fisio personal Rodrigo Martín, con el que he pasado la mayoría de los entrenamientos y que ha aguantado todas mis quejas.
Y obviamente gracias a mi entrenador José Peiró que entendió mi situación desde el primer día y siempre me ha ayudado a superarla.
Gracias y ahora ¿quién se viene conmigo a correr?.