Hace algunos días, contábamos las experiencias de cuatro miembros del equipo FER que estaban pasando esta crisis sanitaria en Estados Unidos. De los cuatro, tres ya han regresado: son El Hocine Bouchrak (atletismo), Meritxell Blesa e Irene Llorens (jugadoras de sóftbol). Sólo permanece en el continente americano el lanzador Aimar Palma, quien tiene prevista la vuelta a Castellón el próximo mes de junio. Hoy, es momento de acordarnos de otros dos deportistas FER que también viven esta pandemia lejos de sus domicilios familiares en la provincia de Alicante: el ciclista Alejandro Martínez Chorro y el regatista Antonio Torrado. Éstas son sus historias.
Alejandro Martínez Chorro
“Necesitaba nuevos estímulos, otros alicientes. Tenía que salir de mi zona de confort para crecer. Y creo que en Alemania lo puedo conseguir”. Así se expresa el ciclista nacido en San Vicente del Raspeig hace 22 años. Alejandro se encuentra en el país teutón desde finales de enero. Ni siquiera tuvo que viajar para afrontar el Mundial de pista, evento que se celebró a finales de febrero en Berlín, antes de que el coronavirus lo paralizara todo, y donde Martínez Chorro fue, como es habitual en los dos últimos años, uno de los tres componentes del conjunto español que acabó en la 12ª plaza, de 14 combinados, en la prueba de velocidad por equipos. “Es una decisión valiente. No es fácil abandonar tu tierra; pero, a finales del pasado año, llegué a la conclusión de que o daba un nuevo impulso a mi carrera o me quedaba estancado. Mi sueño es llegar a París 2024 y ese objetivo solo se puede alimentar estando aquí y bajo las órdenes de un gran entrenador como Bill Huck, un alemán de 55 años que, en su día, se proclamó campeón del mundo en dos ocasiones”, señala Martínez Chorro.
Con respecto a cómo está viviendo la crisis sanitaria del covid-19 en Alemania, el ciclista FER, quien comparte piso en la ciudad de Cottbus, situada a unos 100 kilómetros de Berlín, comenta que ha habido algunas restricciones, “pero no han sido, ni de lejos, tan estrictas y severas como en España. Yo he podido entrenar en carretera y en un gimnasio en todo momento. Además, desde este pasado lunes, también hemos empezado a rodar en el velódromo. Es decir, para los deportistas de alto nivel, las condiciones han sido más flexibles que en España”, comenta el deportista alicantino. En lo que apenas hay diferencias es en la incertidumbre sobre el futuro. Al margen del Mundial absoluto del pasado mes de febrero, el gran objetivo del año para Martínez Chorro era el Europeo sub-23 de pista en Portugal, certamen que ha quedado aplazado a la espera de nueva fecha. Alejandro acaba esta temporada su paso por esta categoría de edad.
Antonio Torrado
Sólo y en un piso de 60 metros cuadrados situado en la localidad cántabra de Miengo. De esta manera, está pasando el confinamiento Antonio Torrado, deportista de 21 años y natural de Torrevieja. El joven regatista alicantino se encuentra en Santander desde septiembre de 2018. Su apuesta por la vela es total. Sin término medio. Sin tibiezas. Arriesgar para triunfar. “Yo me entreno día a día en el Centro Especializado de Alto Rendimiento de Vela Príncipe Felipe de Santander. Cada jornada, recorro en coche los 15 km que separan la población de Miengo de la capital. Porque mi gran ilusión es llegar a ser olímpico. No podrá ser en Tokio, pero mi sueño es intentarlo de cara a París 2024”, expresa Antonio.
“El jueves 12 de marzo, dos días antes de que se decretara el estado de alarma en todo el país, en el CEAR nos dijeron que recogiéramos y guardáramos todas nuestras pertenencias porque ya no podríamos seguir entrenando. En ese momento, tuve dudas de si volverme a Torrevieja o quedarme. Realmente, no pensaba que esta situación fuera a alargarse tanto. Es decir, creía que, en breve, seguiría con las clases del curso de Entrenador Nivel 3 de vela aquí en Cantabria. Además, por responsabilidad y por lo que pudiera pasar, preferí no cruzar toda España y reencontrarme con mi familia sin saber con certeza mi estado de salud. Bueno, han sido dos meses largos, de altibajos emocionales, pero lo he llevado relativamente bien. Gracias al club Náutico de Torrevieja, que me trajo algo de material, no he dejado de entrenar ningún día. He seguido estudiando y siempre he tenido la sensación de aprovechar el tiempo”. Son palabras de Antonio Torrado, que, en breve, definirá su futuro. “Mi idea es seguir en la clase 49er. Para ello, lo primero es encontrar un nuevo compañero de embarcación para afrontar todos los retos del futuro, ya sea en eventos absolutos, o de la categoría sub-23, a la que aún pertenezco hasta 2022, incluido”, concluye el regatista de Torrevieja.