Nada mejor que viajar a la cuna de un deporte para aprender y mejorar. Para adquirir nuevos conocimientos. Para enamorarse más, si cabe, de la disciplina elegida y practicada. Dos jóvenes componentes del Proyecto FER preparan las maletas. En breve, volarán hacia dos destinos especialmente simbólicos. En un caso, el motivo es una concentración. En el otro, la razón es una competición. Además, del máximo nivel.
Alberto Lillo (Alicante, 28/02/2001) agota sus últimos días de descanso antes de sumergirse en una nueva temporada. En pocos días, el 19 de agosto, se subirá a un avión con dirección a Japón, uno de los lugares de culto del tenis de mesa. El palista FER forma parte de una expedición formada por nueve componentes (7 chicos y 2 chicas) y diseñada por la Federación Española “Tengo una gran ilusión por vivir esta experiencia. Viajar a Japón es visitar una de las grandes potencias de mi deporte. Además, también me motiva el hecho de empezar a contar para este tipo de concentraciones fuera de nuestro país”, señala Alberto. El alicantino se ha proclamado este año campeón de España en el Nacional individual junior. Y hace pocas semanas, ofreció unas más que aceptables prestaciones en el Europeo de la categoría, donde acarició el pase a los cuartos de final. “Ha pasado ya casi un mes, pero todavía escuece aquella derrota contra un rival húngaro en un duelo a cara o cruz”, reconoce Lillo.
El palista alicantino está a punto de concluir su etapa como junior. Desea hacerlo de la mejor forma posible: con la presencia en el Campeonato del Mundo (del 24 de noviembre al 1 de diciembre en Tailandia). Y está casi convencido de que así va a ser. “Tras el Campeonato de Europa, he subido posiciones en el ranking mundial de la categoría. Estoy rondando la plaza 50ª. Y al Mundial suelen ir en torno a 65 competidores. Por tanto, soy bastante optimista. A ver si en Tailandia puedo quitarme esa espina del Europeo y llegar a los cuartos” señala el joven deportista FER. Con respecto al futuro más inmediato, Alberto está empeñado en triunfar en el tenis de mesa. Es su gran sueño. “A partir de 2020, ya paso a ser sub-23 y absoluto a nivel nacional, aunque en Europa hay Campeonato continental sub-21. En España, Álvaro Robles está actualmente muy lejos, pero es 10 años mayor que yo Me gustaría convertirme en su relevo”, concluye Alberto.
Si Japón es una de las mecas del tenis de mesa, Escocia es uno de los paraísos del golf. En Gran Bretaña, este deporte es toda una religión. La joven deportista valenciana Sara Teresa Sarrión, de 16 años, se dispone a vivir una de las experiencias más apasionantes de su, todavía, incipiente trayectoria deportiva. La golfista del Proyecto FER va a disputar el British Girl, certamen de categoría sub-18. Es la segunda vez que Sara Teresa va a competir en Escocia. Ya lo hizo el año pasado. La victoria obtenida en el Nacional sub-16 en 2018 le permitió disputar el conocido como Junior Open. “Jugar en Escocia es lo máximo. Primero, por el escenario. También, por enfrentarme a las mejores jugadoras internacionales de mi categoría de edad. Y, por último, porque significa una nueva oportunidad de relanzar la actual temporada”, señala Sara. El sistema de competición del British Girl es peculiar. “Los dos primeros días, el 13 y el 14, tenemos una fase clasificatoria. Y después, los días 16 y 17, turno para los enfrentamientos directos: quien gana, sigue; quien pierde, eliminada”, explica la golfista del Proyecto FER.
Sara Teresa es una apasionada del golf. “Es un deporte que te aporta mucha madurez, mucha constancia, autocontrol… Además, te permite viajar, conocer sitios, gente nueva. Pero, sobre todo, me fascina la emoción, la tensión, los nervios de la competición”, señala la deportista valenciana. Sara se introdujo en esta modalidad por tradición familiar. Mi padre y mi abuelo jugaban todos los fines de semana en el Club de Golf Escorpión. Yo los acompañaba y, poco a poco, empecé a darle a alguna bola. Así, hasta que empecé a entrenar y a competir con más regularidad a los 8 y 9 años”, recuerda la jugadora joven deportista FER. Sobre su Grand Slam favorito, Sara se queda con Augusta. “En todo caso, nada como la Ryder Cup. En ese torneo, sale la mejor versión de cada jugador. Y la atmosfera que se crea es impresionante”, comenta la golfista valenciana. No tiene un golpe favorito o predilecto. Ni el swing, ni el aproche, ni el putt. “Creo que tengo una técnica bastante depurada. En todo caso, en el golf, no solo influye la técnica; también son factores determinantes el perfil y las características de cada campo de juego. Por contra, mi punto débil es el aspecto mental. He de evitar ciertas lagunas y desconexiones”, concluye Sara Teresa.