Alba Sánchez y Carmen Ferrara encuentran sus ansiados puntos de inflexión

Sin llegar a sufrir una crisis, sin llegar a tocar fondo, sin sumirse en una oscuridad total, dos componentes femeninas del Proyecto FER, Alba Sánchez y Carmen Ferrara, atravesaron sendos baches, deportivos y psicológicos, durante los últimos meses. La haltera alcireña y la atleta castellonense acusaron, de una forma especial, los nocivos efectos de la pandemia. Sobre todo, aunque no fue la única causa, por la falta de competiciones. Ambas necesitaban un punto de inflexión para reencontrarse, para volver a experimentar sensaciones positivas, para recuperar convicción y autoestima. Felizmente, ese cambio de tendencia ha llegado. Hace pocas fechas (en concreto, este pasado fin de semana), tanto Alba como Carmen, han vuelto a sonreír gracias a sendos golpes de timón. Sus recientes resultados les permiten abandonar la melancolía y mirar el futuro con más optimismo.

Para empezar, Alba Sánchez, de 22 años, participaba en la Copa de España de halterofilia, evento que se desarrolló en León. La alcireña estuvo correcta. Superó el examen con sobriedad. Acabó sexta un torneo que reunió a 15 levantadoras y que se adjudicó Lidia Valentín. “El mero hecho de volver a competir ya fue un motivo de celebración. No lo hacía desde octubre de 2019 en el Campeonato de Europa sub-23. Me vi bien, sin más. Ni acabé eufórica, ni decepcionada. Mis marcas fueron las esperadas: 75 kg en arrancada y 100 kg en dos tiempos. Son registros aceptables para mi categoría de peso actual, la de hasta 55 kg. Hace algunos años, cuando competía en la categoría de hasta 58 kg, pude levantar 92 kg en arrancada y 115 kg en dos tiempos. Repito, para ser la primera competición seria en casi un año y medio, y tras todas las dificultades vividas, quede relativamente satisfecha”, señala la levantadora valenciana.

“El mero hecho de volver a competir ya fue un motivo de celebración"

48 horas más tarde, Alba Sánchez recibía una gran noticia: la convocatoria para disputar el Campeonato de Europa absoluto en Moscú del 3 al 11 de abril. “El sábado, cuando acabé la Copa de España, regresé a Alzira pensando que tenía opciones, pero no estaba plenamente segura. Cuando me lo transmitieron, me llevé una tremenda alegría. Éste era uno de los grandes objetivos de la temporada, volver a disputar un Europeo absoluto. Ya estuve en Split 2017, donde acabé sexta de 24 competidoras, y en Georgia 2019, donde no estuve tan fina y concluí en el 13º lugar de 23 competidoras. Aunque quedan sólo tres semanas para que se celebre, voy a prepararme a conciencia. Pienso en cómo estábamos hace un año y lo comparo con esta opción de poder afrontar un Campeonato de Europa absoluto, y me entra una tremenda emoción”, expresa la levantadora valenciana, que tiene, entre ceja y ceja, otro gran objetivo en 2021: ser medallista en el Europeo sub-23 de finales de año.

Carmen Ferrara, una atleta renovada

También Carmen Ferrara ha recuperado las buenas sensaciones. La joven atleta castellonense (Benicàssim, 18 años) alcanzó su particular apogeo en 2018, cuando logró un doble oro en los 60m vallas de los dos Campeonatos de España sub-16, tanto de pista cubierta, como al aire libre. En 2019, en su primer año como sub-18, rozó los títulos en ambos Nacionales. Y en 2020, notablemente condicionada por los efectos de la pandemia, se llevó una gran decepción al ser séptima en el Campeonato de España.

 

Cambié el chip y me propuse disfrutar, intentar no presionarme en exceso. Felizmente, ha ido todo muy bien”

Este pasado fin de semana, Carmen Ferrara debutaba en la categoría sub-20. Acudía a Antequera, sede del Nacional bajo techo, sin grandes expectativas. Sin embargo, se llevó un bronce y, sobre todo, un gran impulso anímico. “En los últimos meses, hice borrón y cuenta nueva. Ha sido como empezar de cero. El pasado año, sufrí mucho. Y mi actuación en el Campeonato de España me hizo daño. Cambié el planteamiento, cambié el chip, y me propuse disfrutar, intentar no presionarme en exceso. Felizmente, ha ido todo muy bien”, señala la castellonense, quien añade: “las mínimas para el Europeo y Mundial sub-20 del próximo verano son muy complicadas, pero, ahora miro el futuro con mucho más ánimo”, comenta Carmen.