Talento, ambición, ilusión y, sobre todo, un prometedor futuro por delante. Son las cualidades que conforman los perfiles de Alba Palmer y Palmira Tatay. Las dos jóvenes taekwondistas del Proyecto FER no dejan de causar asombro y admiración competición tras competición. En cada certamen, se muestran implacables. Casi infalibles.
El pasado fin de semana, Tatay se alzaba con la medalla de oro y Palmer con la de plata en el Open Internacional de Holanda, uno de los más prestigiosos de cuantos se celebran en territorio europeo. Ambas demostraron ser un ejemplo de madurez y personalidad. No acusaron ni la presión ni la exigencia del evento. Tampoco, la selecta participación y el alto nivel de sus contrincantes. El pasado año, pagaron el ascenso de la división cadete a la junior. Un peaje, nada extraño, que ya es pasado. Ahora, una vez adaptadas a la categoría, despojadas de los complejos propios de las noveles, y más seguras de sí mismas, vuelven a brillar.
Los éxitos firmados en el tapiz holandés les han permitido sellar sus pasaportes para afrontar el próximo desafío del año. Con los billetes en los bolsillos, las dos componentes del Club OIimpo Sedaví quieren conquistar el Campeonato del Mundo junior, que se disputará en Túnez en el mes de abril. Atendiendo al talento de ambas, a su carácter y a la racha triunfal que llevan desde que empezó la temporada, Alba y Palmira, ambas de 16 años, son capaces de todo.
Ambas han disputado tres competiciones en lo que va de año y en todas ellas han logrado brillantes resultados: Sendos oros en el Open de Aragón, el pasado mes de enero, y en el Campeonato de España junior, en febrero; y los dos metales, oro y plata, en Holanda. Evidencias de sus ilimitadas aspiraciones. Demostraciones de la extraordinaria progresión de las dos jóvenes promesas. Argumentos de peso para soñar con firmar un gran Mundial.
El tapiz tunecino se prepara para recibir a Palmer (menos 46 kg) y a Tatay (menos de 68 kg) en lo que será su certamen internacional más importante hasta la fecha. La expectación será máxima. Un reclamo para los aficionados y un examen para ambas, dispuestas a conquistar el continente africano. Dos perlas por pulir, ante una reválida de postín.