Desde siempre, la natación es uno de los deportes más simbólicos, emblemáticos e identificativos en unos Juegos. Es habitual que, de las piscinas, surjan algunos de los grandes héroes y heroínas de cada cita olímpica. De momento, París ya ha entronizado, entre otros, al francés Leon Marchand, al rumano David Popovici, a la canadiense Summer Mcinstosh, a la australiana Ariarne Titmus… Estrellas relucientes que maravillan en una de las sedes más icónicas de los presentes Juegos. Es la pileta de la Défense, una macro instalación con capacidad para 14.000 espectadores y que está llena a rebosar desde primera hora de la mañana, con las eliminatorias, hasta la última brazada de la noche, con las electrizantes finales.
La natación de la Comunitat Valenciana también va a estar presente en estos Juegos de París. Su abanderada es Alba Herrero Lázaro (Elda, 22 años), una de las componentes del relevo español en el 4 x 200m libres femenino. El cuarteto competirá este jueves por la mañana en las series que clasificarán a la final -por la tarde- a los ocho mejores equipos de los 16 participantes.
Por mucho que la haya visitado en diversas ocasiones durante los últimos días, Alba no deja de estremecerse cada vez que entra en la piscina olímpica, ya sea para entrenar, ya sea para disfrutar de la competición como espectadora. “Es impresionante. Es fascinante. Nunca podía imaginar que nadaría en un escenario tan grandioso. Las gradas están repletas con casi 14.000 personas todas las jornadas. Y no sólo por las noches, en las finales, sino también por las mañanas. Suelo ser bastante fría, pero creo que, en esta ocasión, cuando llegue mi momento, me voy a emocionar de verdad. Además, con mis padres presentes en la piscina. Momentos como este compensan tantos y tantos años de sufrimiento y de dedicación absoluta al deporte. Ahora, sólo me queda hacerlo bien. No me contento con estar aquí en unos Juegos. Quiero ser finalista. Y, si ofrecemos el nivel de hace un mes en Mallorca, no es imposible”, señala la nadadora alicantina.
Mucho ha llovido desde que, a finales de 2020, Alba Herrero (Elda, 22 años) logró su primer podio en un evento de categoría absoluta: una medalla de bronce en los 400m libres del Campeonato de España de piscina corta. Su siguiente gran destello llegó en el verano de 2021, cuando conquistó un doble oro, en los 200m y en los 400m libres, en el Campeonato de España de verano, evento desarrollado en Las Palmas de Gran Canaria. Ya en ese momento, Alba estaba evolucionando desde los 400m hasta los 200m libres. Finalmente, esta última distancia es la que le ha permitido convertirse en deportista olímpica. No en la prueba individual (la mínima exigida le resultaba imposible), pero sí como integrante del relevo del 4 x 200 libre.
El billete olímpico del cuarteto español llegó por etapas. Pese a ofrecer unas prestaciones más que discretas, el combinado nacional empezó a cimentar su clasificación para los Juegos de París en el Campeonato del Mundo celebrado en Fukuoka, Japón, en el verano de 2023. En ese evento, España estableció la 14ª marca. El siguiente paso llegó casi por omisión. Pese a no personarse en el Mundial de Doha, desarrollado el pasado mes de febrero, España sólo fue superada por Francia. Es decir, aunque in extremis, pudo mantenerse como uno de los 16 mejores cronos entre ambos certámenes universales. Faltaba rematar la faena. Quedaba una última estación
La rúbrica llegó hace pocas semanas. El pasado 19 de junio, en el Campeonato de España de verano ‘Trials’ desarrollado en Mallorca, la prueba individual de los 200m libres deparó unos excelentes resultados. Las cuatro primeras clasificadas, las cuatro elegidas para los Juegos de París, rebajaron la frontera de los 2 minutos. Entre ellas, la alicantina Alba Herrero, que fue segunda y logró marca personal, 1:59:04. Suena a tópico, pero la deportista FER ha recogido el fruto de años y años de sacrificio. La deportista eldense no es ninguna estrella. Todo lo conseguido ha llegado desde su sacrificio y trabajo. Mucho mérito.