Está tan a lo suyo, tan metido en su burbuja, tan centrado en su exigente día a día, en su vida casi monacal, en su incondicional entrega al triatlón, que, muy posiblemente, Roberto Sánchez Mantecón no sea consciente de que ya es historia del deporte valenciano. Porque el hito alcanzado este pasado domingo no es un éxito más. Tiene tal mérito, tal valor, tal magnitud, que merece la consideración de gesta. La medalla de bronce conquistada en la Serie Mundial de Bermudas es el mejor resultado de su carrera deportiva, pero también representa una heroicidad. Tras este espectacular logro, el triatleta FER no sólo entra en una nueva dimensión. Además, da un paso muy importante hacia su gran sueño, hacia su gran objetivo: los Juegos Olímpicos de París.
“No es fácil explicar con palabras las emociones que experimenté este domingo. Llevo casi 20 años entregado al triatlón. He renunciado, y sigo renunciando, a muchas cosas, como a mi vida personal, o a estar más tiempo con amigos y familia. He hecho, y sigo haciendo, muchos sacrificios. Pero momentos como el del pasado fin de semana lo compensan todo. Fue la carrera perfecta. El día con el que había soñado desde siempre. Una de las claves fue mi sensible mejora en natación. Si nadaba bien, sabía que podía ser lograr un resultado, porque me favorecían los trazados de ciclismo y carrera a pie. Pero es sólo un paso, muy grande, pero sólo un paso. Hay que seguir apretando para llegar a París”, comenta Roberto.
El sonoro éxito del pasado domingo confirma, más si cabe, diversas evidencias. Por ejemplo, ratifica su excelente momento de forma, reflejado en la cuarta plaza alcanzada en la Copa del Mundo de Karlovy Vary, República checa, a mediados de septiembre. Certifica que Roberto se maneja mucho mejor en la distancia olímpica. También, que, cuanto más duros y exigentes sean los tramos de ciclismo y de carrera a pie, más competitivo se muestra el deportista FER. Y, por último, corrobora que, si Sánchez Mantecón no cede excesivo tiempo en el segmento de natación, puede aspirar a todo. En Bermudas, el deportista valenciano (Manises, 26 años) nadó mejor que nunca en una Serie Mundial. Posteriormente, estuvo a un grandísimo nivel encima de la bicicleta y protagonizó una portentosa carrera a pie. Fue el segundo más rápido en correr los 10 km, sólo por detrás de Antonio Serrat, y por delante de estrellas como el belga Jelle Geens, el británico Alex Yee, el noruego Kristian Blummenfelt, el alemán Lasse Lürhs, el portugués Joao Silva o el francés Vincent Luis. En Bermudas, sólo hubo tres ausencias importantes: los franceses Le Corre y Bergere, y el neozelandés Hayden Wilde.
Hasta este momento, los mejores resultados de Roberto Sánchez Mantecón en las Series Mundiales habían sido los siguientes: 15ª plaza en Abu Dabi, a finales de 2021; 18º posición en Yokohama, a mediados de mayo; y 14º puesto en Montreal, a finales de junio. El bronce de Bermudas le da dos grandes empujones. En la clasificación de las Series Mundiales (equivalente al Campeonato del Mundo de triatlón) de 2022, ha ascendido de la 33ª a la 18ª plaza. En la carrera olímpica hacia los Juegos de París, Roberto asciende sube del 38º al 14º puesto. Y es el segundo mejor español. Solo tiene por delante a Antonio Serrat.
Quien mejor conoce a Roberto Sánchez es otro Roberto, Cejuela, su preparador desde 2014 en Alicante. Así habla Cejuela de su pupilo. “Tiene una gran capacidad aeróbica, pero su gran activo es su trabajo diario, su entrega incondicional en cada entrenamiento. Siempre está predispuesto a mejorar, a superarse. Es humilde, receptivo y disciplinado. Su carácter es positivo. Y es extremadamente metódico, organizado y profesional”, señala Cejuela, quien añade: “Cuando se plantea la posibilidad de que algún deportista se incorpore a nuestro grupo de entrenamiento, no se muestra reticente. Al contrario, siempre está por la labor de que vengan los mejores para motivarse, para superarse, para picarse. Ni un atisbo de egoísmo o de individualismo. Preparar a un deportista de su carácter, de su normalidad y de su ética de trabajo es un honor”, explica Cejuela. Frente a su pequeña estatura, opone una voluntad de hierro.
Roberto todavía afrontará dos retos más antes de que concluya 2022. Por una parte, ayer mismo, viajó desde Bermudas hasta Chile, donde este próximo domingo disputa una nueva Copa del Mundo. Por otra, el último fin de semana de noviembre, competirá en la Serie Mundial de Abu Dabi, la última del año, prueba trascendental porque puntúa doble. Dos nuevas opciones para seguir haciendo historia. Para seguir emocionando. Para acercarse, más todavía, a París 2024.