Otro Grand Slam. Sólo dos semanas después del espectacular balance cosechado en Abu Dabi, el judo del Proyecto FER vuelve a estar presente en un nuevo Grand Slam, el que, en esta ocasión, se disputa, desde mañana, en Bakú. Es decir, nueva oportunidad para que Julia Figueroa y Salvador Cases apuntalen sus candidaturas olímpicas de cara a París 2024. Es decir, otra opción para que Ana Pérez Box ahuyente los fantasmas, y establezca un punto de inflexión en una temporada especialmente adversa y repleta de contratiempos. Un Grand Slam concede 1.000 puntos para los oros, 700 puntos para las segundas plazas, 500 puntos para los bronces y 360 para las quintas posiciones. Recordemos que, a través del ranking olímpico, se otorgan 17 plazas, con el condicionante de solo una por país, en cada categoría de peso.
Inmersa en el mejor momento de su trayectoria, Julia Figueroa puede situarse este viernes en la primera posición del ranking mundial en su categoría de peso, menos 48 kg. La judoca FER alcanzará la cima si logra el oro o la plata en Bakú. Es decir, si disputa la final en la capital de Azerbaiyán. Aunque el nivel es altísimo y la competencia es feroz, Julia, de 31 años, tiene tal privilegio a su alcance. El oro conquistado en Abu Dabi hace pocos días ha ratificado su estado, pletórico, rutilante. En el tatami, Figueroa transmite seguridad, personalidad, decisión, firmeza. Sus puestas en escena son muy sólidas. Aunque el judo es un deporte muy traicionero y puede ser letal con sólo un segundo de desconcentración, Julia se muestra solvente. Difícil “pillarle”. Es más, impone respeto, casi temor, a sus rivales.
El año 2022 ya es un curso de ensueño para Julia Figueroa. Bronce en el Grand Slam de Tel Aviv. Bronce en el Europeo de Sofía. Oro en el European Open de Madrid. Plata en el Grand Slam de Budapest. Quinta posición en el Campeonato del Mundo de Uzbekistán. Oro en el Grand Slam de Abu Dabi. Al margen de este Grand Slam de Bakú que se disputa durante este fin de semana, la judoca FER todavía afrontará, pocos días antes de Navidad, el Masters, el certamen que reúne a los 32 mejores del mundo en cada categoría de peso y que en este 2022 se celebra en Jerusalén.
También en Bakú compite Salva Cases, otro de los deportistas de moda del Proyecto FER. El judoca alicantino, de 24 años, no para de crecer. Así lo está demostrando en 2022. Y, sobre todo, así lo certificó el pasado sábado 22 de octubre, jornada en la que se colgó la medalla de bronce en el Grand Slam de Abu Dabi. Cases ya puede competir con cualquiera. Ganará o perderá, pero su competitividad está fuera de toda duda. En la actualidad, ocupa la 15ª plaza en el ranking olímpico de su categoría de peso, menos 73 kg. Salva ha pulido su judo. Sin perder energía y vehemencia, se muestra más frío, más calculador, más estratega, más equilibrado, más inteligente. Y, sobre todo, goza de un arma impagable: su espectacular técnica de suelo.
La tercera y última embajadora FER en Bakú es Ana Pérez Box. La judoca alicantina, de 26 años, se encuentra inmersa en una temporada especialmente complicada y que ha deparado más disgustos que satisfacciones. Ana (menos 52 kg) ha encadenado muchos contratiempos físicos y médicos. El último, una lesión en la clavícula, dolencia que le impidió disputar el reciente Campeonato del Mundo. Su única alegría del curso ha sido la medalla de bronce lograda en los Juegos Mediterráneos. Hace dos semanas, en Abu Dabi, superó la primera ronda y cayó en la segunda. Un buen punto de partida.