Ávido de jóvenes valores que aseguren el relevo generacional y fomenten la ilusión de cara el futuro, el deporte paralímpico de la Comunitat Valenciana deposita muchas esperanzas en Joan Sirera Molina (Cañada, Alicante, 17 años). Con una discapacidad visual, dolencia que arrastra desde su nacimiento, y con un porcentaje de visión de apenas el 5%, Joan es un atleta muy prometedor. Hasta el momento, en las categorías inferiores, tanto en la sub-16 como en la sub-18, no ha encontrado oposición ni en el salto de longitud ni en los 100m lisos, sus dos grandes especialidades. En ambas pruebas, su hegemonía en el territorio nacional es indiscutible. Quizás por ello, porque está acostumbrado a ganar, porque su carrera deportiva va sobre ruedas y porque ya ha vivido muchas satisfacciones, “no gestiono fácilmente los malos días. Cuando no consigo el objetivo que me he trazado, no puedo evitar una cierta frustración”, señala Joan Sirera.
El nuevo deportista FER probó, en su día, el lanzamiento de peso y las pruebas de medio fondo, “pero no me acababan de convencer y las descarté enseguida. Además, mis puntos fuertes son, sin duda, la velocidad, la explosividad. De ahí, que me haya especializado en el salto de longitud y en la carrera de los 100 metros. No obstante, he de mejorar algunas facetas, como las salidas desde los tacos”, cuenta Sirera, quien tiene a la triplista Ana Peleteiro, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio, como su gran referente.
A finales de junio, Joan Sirera recibió una muy buena noticia: por fin, era clasificado y, por tanto, por fin podía disputar competiciones internacionales de carácter oficial. El joven deportista alicantino era clasificado en la clase T13. Pocos días después, el nuevo componente del Proyecto FER lograba sendas medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de la Juventud Europea, certamen celebrado en Finlandia. Sirera ganó los 100m T13 y el salto de longitud T13 en la categoría sub-20. “Para ser mi primer gran evento internacional, estos resultados fueron magníficos. Sentí una gran felicidad por estar en un gran torneo. Y eso que las marcas no fueron del todo buenas. Por ejemplo, en longitud mi mejor registro es de 6,35m y en Finlandia sólo llegué a unos discretos 5,91m. Pero el hecho de haber sido clasificado y poder competir a nivel internacional ya es lo máximo”, comenta Sirera.
Ahora, esta promesa del deporte adaptado valenciano y español ya mira hacia el gran evento de 2023: el Campeonato del Mundo absoluto en París. “En el Mundial de París del próximo año, me mediré para saber dónde estoy realmente. Sé que he de crecer mucho y rápido para poder competir de tú a tú con los principales dominadores de mis pruebas. Por ejemplo, con uno de mis referentes, Iván Cano. Pero, ahora, una vez que ya me han clasificado y que sé que podré ir al Mundial de 2023, mi motivación es máxima”, comenta Joan. En el caso de que se clasifique para los Juegos Paralímpicos de París, Sirera tendrá que volver a someterse a los exámenes de clasificación. Mientras, en los próximos meses, acabará el Bachiller y se preparará para su otro gran objetivo: cursar el Grado en Fisioterapia. Y en sus ratos de ocio y descanso, coleccionará discos de vinilo para relajarse.