Anomalía en el calendario, escasas energías en los deportistas, felicidad en los aficionados. Los amantes del atletismo celebran la excepcionalidad de este verano. Sólo tres semanas después de la conclusión del Campeonato del Mundo en Eugene, asoma en el horizonte otro gran acontecimiento: en este caso, el Campeonato de Europa (15-21 de agosto en Múnich). Tras los buenos resultados obtenidos por la delegación española en el certamen universal, el Europeo promete fuertes emociones y, sobre todo, despierta ilusionantes expectativas. Con respecto al Proyecto FER, viajan a Alemania cinco de los seis atletas que ya estuvieron en Eugene. Es decir, Eusebio Cáceres, Claudia Conte, Enrique Llopis, Pablo Torrijos y Carmen Marco. Por contra, Fátima Diame es baja por lesión.
Eusebio Cáceres
El atleta alicantino, de 30 años, viene de ser octavo en Eugene. Siendo un resultado meritorio (de hecho, es la tercera ocasión en que lograba plaza de finalista en un Mundial al aire libre, tras la cuarta posición en Moscú 20213 y la séptima en Doha 2019), Eusebio no quedó plenamente satisfecho. Ni por las marcas (8,03 en la calificación, 7,93m en la final) ni por el puesto ocupado, ni por las sensaciones (molestias en el tobillo izquierdo durante la final). En la transición entre el Mundial de Eugene y el Europeo de Múnich, el saltador de Onil ha seguido tratándose de esta dolencia. Parece que podrá competir con, al menos, ciertas garantías.
Así lo afronta: “Desde que volvimos de Estados Unidos, hemos estado tratando el tobillo. De momento, parece que está respondiendo bastante bien. Aunque la prueba definitiva llegará el lunes 15, el día de la calificación, no pinta mal. Ello me da ánimos y me sube la moral. Si el tobillo me respeta, sigo pensando que tengo un gran salto en mis piernas para conseguir un muy buen resultado y, por qué no, para optar a todo. Eugene me dolió más que otras veces; me quedé con la sensación de que se me escapó una muy buena oportunidad de hacer algo grande. Toca revancha en Múnich”.
Claudia Conte
Sacando fuerzas de donde apenas quedan, pero con una mentalidad y una motivación de hierro. Así se encuentra la “combinera” castellonense a pocos días de disputar su primer Europeo absoluto. Claudia, de 22 años, ha tenido que hacer frente a una temporada muy dura. Sobre todo, por la disputa de dos grandes torneos que, en principio, no figuraban en su particular hoja de ruta: el Mundial bajo techo en Belgrado y el Mundial al aire libre en Eugene. En todos los eventos, la atleta FER ha respondido y ha confirmado lo que es, una excelente competidora. De hecho, sin ir más lejos, hace apenas 3 semanas, en el certamen universal de Eugene soñó con el récord de España de heptatlón. Al final, tuvo que “conformarse” con hacer marca personal, 6.194 puntos.
Así lo afronta: “Todavía no estoy plenamente recuperada de las molestias sufridas en la espalda durante la segunda jornada del Mundial de Eugene, pero voy mejor. Tampoco quiero pensar mucho en ello. Fuerzas y energías quedan, pero, las justas. Pese a que ha sido una temporada larga e intensa, un Europeo merece un último y generoso esfuerzo. Soy consciente de que, casi seguro, va a ser una competición más dura que la del Mundial, pero estoy preparada. Sueño con superar la frontera de los 6.200 puntos (creo que lo puedo hacer) y estoy muy ilusionada por competir con María Vicente”
Enrique Llopis
Es su momento. Es su torneo. Condicionado por los problemas físicos hasta, prácticamente, el mes de mayo, el atleta de Bellreguard no llegó en las mejores condiciones al reciente Mundial de Eugene. Pese a todo, fue de menos a más y firmo una actuación muy correcta. Superó in extremis las series iniciales para acceder a las semifinales (entro como 24º y último con un crono discreto de 13:58). Ya en las semifinales, estableció el 16º mejor tiempo con un registro de 14:44, a sólo 3 centésimas más de su mejor marca de siempre. Eso sí, en una clasificación imaginaria y parcial sólo de europeos, Llopis, de 21 años, fue el séptimo vallista continental en Eugene, dato que le motiva y que le hace albergar esperanzas de cara a su gran objetivo en Múnich: convertirse en uno de los 8 competidores en la gran final.
Así lo afronta: “Llego a Múnich bastante mejor que me presenté en Eugene. Tengo muchísimas ganas de afrontar este Europeo. Pasar a la final es complicado, pero, a la vez, factible. Es más, estoy convencido de que voy a rebajar el 13:41, de que voy a hacer marca personal. Así lo demostré en la semifinal del Mundial, donde, pese a estar peor que ahora, rondé ese crono. Si consigo correr por debajo de 13;41, tengo muchas posibilidades de clasificarme para la final”.
Pablo Torrijos
Corto de preparación y con pocas competiciones previas, Pablo Torrijos no pudo brillar en el Mundial de Eugene. Del total de 28 participantes, el triplista castellonense ocupó la plaza 23ª. Además, con una marca discreta, 16,32m. La lógica indica que el atleta castellonense llega mejor a Múnich, donde espera salir de esa especie de travesía por el desierto en la que se encuentra inmerso desde que se lesionó pocos minutos antes de competir en los Juegos Olímpicos de Tokio, en pleno calentamiento. Tras perderse la temporada de pista cubierta, el deportista FER no pudo entrenar con normalidad hasta, prácticamente, principios de mayo. Su mejor marca del curso, 16,72m, llegó en el Campeonato de España, en Nerja. Torrijos, de 30 años, se dispone a afrontar su cuarto Europeo al aire libre. En Zúrich 2014 y en Ámsterdam 2018, fue octavo. En Berlín 2018, concluyó en una brillante quinta plaza.
Así lo afronta: “La semana posterior a Eugene fue más dura por el cansancio del viaje y el cambio horario, pero, durante estos últimos días, ya me he encontrado bastante mejor. No llegué al Mundial en perfectas condiciones, pero sí podía haberlo hecho mejor. Por desgracia, las cosas no salen siempre como uno desea. Espero compensarlo en Múnich. Mi objetivo, por supuesto, es pasar a la final de 12. Y, una vez en la final, entrar en la mejora y ser uno de los 8 primeros clasificados, tal y como hice en los tres Europeos anteriores”.
Carmen Marco
La joven atleta oriolana, de 22 años, es una de las seis velocistas convocadas para el relevo 4×100. Será en el mismo evento cuando Pepe Peiró, el seleccionador nacional, decida las cuatro atletas elegidas y descarte a las otras dos. En principio, y atendiendo al gran nivel mostrado por el cuarteto que compitió en el Mundial de Eugene, Carmen lo tiene complicado.
Así lo afronta: “Veo difícil ser una de las cuatro elegidas, pero es más factible que en Eugene, ya que todas mis compañeras van a correr pruebas individuales, los 100 o los 200, y puede haber algunas coincidencias o incompatibilidades en los horarios. Es decir, no es descartable que pudiera correr la semifinal. Para mí, ir a Eugene y a Múnich ya es un premio. Estoy muy contenta, pero claro, siempre quieres algo más y quieres correr”