Estar en el momento justo. Hallarse en el lugar adecuado. Y responder ante la oportunidad recibida. Esta triple figura es la que se le puede aplicar a Guillem Ferrando en los últimos días. El joven base del Valencia Basket está viviendo las jornadas más intensas y felices de su, todavía, incipiente trayectoria deportiva. Las ausencias, por lesión, del belga Sam Van Rossom y del macedonio Nenad Dimitrijevic le abrieron, de par en par, las puertas de la primera plantilla taronja. Además, en una fase de la temporada especialmente exigente, tanto por la acumulación de partidos, como por la importancia de estos. Y Guillem (20 años, Benifairó de la Valldigna) no ha desaprovechado la coyuntura. Ha exhibido personalidad, seguridad y madurez. Todavía le queda un larguísimo trecho por recorrer, pero se ha reivindicado y ha demostrado ser merecedor de confianza.
Especialmente brillantes resultaron las aportaciones de Ferrando en los tres partidos consecutivos disputados por el Valencia Basket en la Fonteta. Contra Tenerife y Unicaja Málaga, en la Liga ACB, y ante el Ratiopharm Ulm, en la Eurocup. Por ejemplo, en el encuentro frente al Unicaja fue capaz de sumar 9 puntos. Mientras, en el choque continental frente a los alemanes del Ulm dio un auténtico recital a la hora de crear juego y de generar opciones ventajosas para sus compañeros. Repartió hasta 13 asistencias. Excelentes prestaciones en momentos particularmente sensibles y de considerable dificultad. Pese a todo, el jugador valenciano se queda con un choque concreto: “Si tuviera que elegir, me quedaría con el partido ante el Barcelona, a principios de marzo. Aunque no fue mi mejor actuación, ganamos a un equipazo, jugamos a un altísimo nivel y recibimos el apoyo de un pabellón prácticamente repleto. Es más, me vinieron a la mente recuerdos de partidos parecidos en los que yo era un simple y joven espectador, y me emocioné” apunta Guillem.
Pese a transmitir templanza y tranquilidad, el deportista FER y, al tiempo, jugador del Valencia Basket reconoce que los nervios “resultan inevitables; sobre todo, en los primeros partidos que disputé. Son encuentros de enorme nivel y de mucha presión. Pero intento llevarlo con la máxima normalidad posible. Y, por supuesto, a medida que se han ido sucediendo los choques, he ganado en confianza y seguridad. También tengo mucho que agradecer a mis compañeros. Me han ayudado, me han tranquilizado y me han aconsejado”, señala Ferrando, quien acaba contrato con el Valencia Basket en junio de 2023.
Ahora que ya ha disputado más partidos de la máxima categoría y se ha enfrentado a rivales muy cualificados, Ferrando considera que le falta “reforzar sus condiciones físicas. En los últimos meses, he mejorado bastante en este ámbito, pero todavía me queda mucho. Además, he de ganar en consistencia, en regularidad. Minimizar los errores”, comenta el base valenciano, quien tiene un claro objetivo de cara a este verano. “Del 16 al 24 de julio, se celebra en Montenegro el Campeonato de Europa sub-20. Quiero disputar ese torneo con la selección nacional. Es mi última opción de jugar un gran evento internacional en categorías de formación. Y repito, ahí deseo estar. En España, hay mucho nivel y competencia. Convertirme en uno de los 12 afortunados no va a ser nada fácil, pero es mi ilusión y voy a dejarlo todo por conseguirlo”, comenta, para finalizar, Guillem Ferrando. Su sueño siempre ha sido triunfar en el equipo de su vida. Tras los últimos acontecimientos, lo tiene más cerca.