Cerramos el repaso a la delegación FER que, a partir de mañana, va a competir en el Mundial de pista cubierta en Belgrado. El pasado 25 de febrero, Claudia Conte concluyó el Campeonato de España de pista cubierta en Ourense con sensaciones contradictorias. Contenta con su medalla de plata en la prueba de pentatlón, un logro muy meritorio, pero no plenamente satisfecha con sus prestaciones. Por primera vez en mucho tiempo, la deportista de Benicàssim no superaba su actuación anterior; en este caso, la firmada en Francia a finales de enero y que había supuesto marca personal: 4.429 puntos. Todo apuntaba a que su participación en la pista gallega suponía el punto final a la temporada invernal de 2022.
Sin embargo, días más tarde, Claudia Conte recibió un mensaje desde la Federación Española. Le aconsejaban mantener los entrenamientos ante la posibilidad de que pudiera ser repescada para disputar el Campeonato del Mundo bajo techo en Belgrado. La posibilidad se convirtió en realidad el pasado jueves, 10 de marzo. Gracias a algunas bajas y, sobre todo, gracias a ese gran registro alcanzado en Francia el 30 de enero, Claudia Conte va a poder debutar en un certamen internacional de carácter absoluto. Ni más ni menos que un Mundial bajo techo. Y con tan sólo 21 años. Justo reconocimiento a su ascendente trayectoria durante las tres últimas temporadas:
Cuando me lo comunicó Manoli Alonso, mi entrenadora, me quedé en blanco. No sabía muy bien cómo reaccionar. Quizás, porque en los dos últimos días, había perdido la esperanza de ser repescada. Pero ese impacto inicial se convirtió, a los 5 minutos, en una tremenda alegría. Es como un gran regalo inesperado, como si me hubiera tocado la lotería
Así es. A los pocos días de concluir el Campeonato de España, nos llegaron informaciones sobre la posibilidad de que pudiera corresponderme una plaza en el Mundial. Todo apuntaba a que habría vacantes, ya fuera por lesiones o por renuncias. Por tanto, la puerta estaba entreabierta. Ello me obligaba a seguir entrenando, por si acaso. En un primer momento, sí hubo movimiento y pensé que sería posible. Luego, el tema se ralentizó. A última hora, había perdido la esperanza, pero, mira por dónde, me llegó la oportunidad.
Lo afronto como un premio, como un regalo. Y con la intención de disfrutar al máximo de esta experiencia. Que nadie piense que voy a pasearme, por supuesto, porque esa actitud no va conmigo. Y claro, buscaré marca personal y hacerlo mejor que nunca. Pero mi principal propósito es disfrutar de verme al lado de grandes atletas a las que admiro. Por ejemplo, Katarina Johnson-Thompson.
Presión, no tengo, la verdad. Tengo algunos nervios, pero son de motivación, de expectación. Y, sobre todo, el sentimiento preponderante es de ilusión, de mucha ilusión.
Lógicamente, a todas las personas que han confiado en mí desde el primer momento, y que, todo sea dicho, tampoco son tantas. Pero sobre todo, a mi familia (para mi padre, que tiene controladas todas mis actuaciones, este será el Excel más especial de todos) y, cómo no, a mi entrenadora, a Manoli Alonso.