Tercer episodio dedicado al Campeonato del Mundo de atletismo de pista cubierta en Belgrado, torneo que va a celebrarse durante este próximo fin de semana. Hoy, nos ocupamos del tercer representante del Proyecto FER en el certamen universal, Jorge Ureña. Contra su voluntad, el deportista alicantino ha sufrido demasiados contratiempos durante los últimos años. El atleta de Onil ha sido víctima de todo tipo de infortunios. Sobre todo, de carácter físico. Sin ir más lejos, durante este mismo invierno. Sus crónicos problemas en el tobillo izquierdo reaparecieron a finales de enero y le impidieron afrontar en plenitud el Campeonato de España bajo techo en Ourense. Aunque Ureña se adjudicó el heptatlón, su marca no le permitió clasificarse por la vía deportiva para el Mundial de Belgrado.
Sin embargo, esta vez, la suerte ha estado de su lado. La suerte y, por supuesto, su historial. Gracias a alguna renuncia, el heptatlón del Mundial de Belgrado ofrecía alguna vacante. Uno de los favorecidos ha sido Jorge Ureña, adjudicatario y beneficiario de una wild card. Justo premio a su nivel atlético, indiscutible, a su dureza mental, inquebrantable, y a su expediente deportivo, brillante. El deportista FER será uno de los 12 participantes en el heptatlón del Campeonato del Mundo de pista cubierta en Belgrado, una ciudad que le inspira grandes recuerdos. Allí logró la medalla de plata en el Europeo bajo techo de 2017, el primer podio de una trilogía de éxitos continentales que se completa con el oro en Glasgow 2019 y la plata en Polonia 2021. Ahora, Ureña, de 28 años, aspira a brillar en un evento universal.
El pasado lunes 7 de marzo, justo el día en el que se confirmó que recibía una wild card y estaría en el Mundial de Belgrado, visité al doctor Pedro Guillén. Me tranquilizó y me dijo que me veía en condiciones de competir en un evento de la máxima exigencia como un Campeonato del Mundo. En cuanto a las sensaciones de los últimos días, son bastante buenas. De momento, no me he vuelto a resentir. Por tanto, soy optimista.
Por ejemplo, el canadiense Damian Warner, campeón olímpico en los recientes Juegos de Tokio y subcampeón del mundo bajo techo en Birmingham 2018; el suizo Simon Ehammer, campeón de Europa sub-20 de decatlón y que este año ha hecho 6.285 puntos; el estonio Christian Huasenberg, el australiano Ashley Monoley, bronce en el decatlón olímpico de Tokio… Son algunos. El nivel es altísimo.
Va a ser una competición de gran calidad De los 12 participantes, seis hemos sido capaces de superar los 6.200 puntos en algún momento de nuestra carrera deportiva. Aunque, como siempre, lo daré todo, hemos de considerar que no he tenido un invierno normal y tranquilo. Desde luego, como no podía ser de otra manera, voy sin complejos y a competir con ellos de tú a tú. También me gustaría, por ejemplo, ser uno de los mejores europeos (en total, somos siete)
Sin duda. En el Mundial de 2016 en Portland, no pude acabar el heptatlón por un fortísimo resfriado. No participé en el de Birmingham en 2018 por lesión. Por tanto, ya toca hacer un gran torneo mundialista bajo techo. Además, vuelvo a Belgrado, escenario que me inspira grandes recuerdos por plata continental lograda en 2017.
Ese es otro de los objetivos que me marco, sin duda. Pienso que lo puedo batir. Pero, para ello, deberé hacer una competición casi perfecta, lograr bastantes marcas personales, y, sobre todo, estar bien del tobillo.