Una de las principales conclusiones que depararon los pasados Juegos Paralímpicos de Tokio fue el espectacular crecimiento experimentado por la natación adaptada. Como ocurre en el ámbito convencional, cada vez, hay más nivel, más competencia, más dificultad, más exigencia, más calidad, mejores tiempos… Poco que ver con la realidad de antaño. Testigos directos de esta asombrosa evolución son dos representantes del Proyecto FER, los expertos David Levecq y José Antonio Marí. Aunque ambos sufren los rigores y las consecuencias de tal vértigo, los dos se congratulan de que el deporte de su vida haya entrado en una nueva dimensión. Pese a ello, tanto Marí como Levecq ya han empezado el camino hacia unos nuevos Juegos Paralímpicos.
David Levecq cumplió en agosto de 2021 los 37 años. En Tokio, alcanzó su repóquer de Juegos Paralímpicos. Cinco participaciones en las que ha conquistado tres medallas. Las tres, de plata. Dos, en Atenas 2004; una tercera, en Pekín 2008. En la capital nipona, logró meterse en dos finales. En ambas, en los 50m libres y en los 100m mariposa S10, fue octavo. “En líneas generales, cumplí con las expectativas que me había marcado. Por supuesto, me hubiera gustado acabar las dos finales que disputé en una mejor posición, pero hay que ser consciente y asumir la realidad. Por una parte, ya tengo una edad. Por otra, el nivel ha crecido de forma exponencial. Ya lo había apreciado en los eventos internacionales de los últimos años. Pero lo visto en Tokio resultó realmente sorprendente. Hay gente muy joven y que nada mucho”, comenta Levecq.
Con todo, David Levecq se ve capacitado para cubrir este nuevo ciclo paralímpico. Al longevo nadador valenciano le hace ilusión poner la rúbrica a su dilatada trayectoria con la presencia en París 2024, los que serían sus sextos y últimos Juegos. “Ese es mi propósito. No obstante, sé que la mera clasificación ya será un reto titánico. Por ello, la decisión definitiva sobre mi futuro deportivo la tomaré según transcurra este año. En junio de 2022, tenemos Campeonato del Mundo en Funchal, Portugal. Es un evento bastante equiparable a unos Juegos Paralímpicos. A partir de mi rendimiento, de mis sensaciones, de mis marcas, de si soy o no capaz de ir al Mundial, veremos si continúo o no. Yo soy optimista. Creo que puedo recorrer todo el camino y plantarme en París, pero lo decidiré a finales del este curso”, expresa David.
Por su parte, José Antonio Marí nos hizo soñar el pasado 2 de septiembre en Tokio. En las series clasificatorias de los 100m mariposa S9, el deportista FER logró el tercer mejor tiempo. Es decir, el podio parecía al alcance. No obstante, horas más tarde, tuvo que conformarse con la quinta plaza en la final. Por tanto, no pudo añadir a su historial un nuevo metal al bronce alcanzado en los 50m libres S9 de los Juegos de Londres 2012. “No pude conseguir medalla, pero demostré que sigo siendo competitivo. En estas pruebas tan explosivas, estamos todos en un pañuelo. Por encima de la plaza ocupada, me quedo con la satisfacción de competir de tú a tú con los mejores”, comenta Marí.
Con 33 años recién cumplidos, José Antonio Marí todavía tiene cuerda para rato. De hecho, durante el pasado mes de diciembre, logró en Castelló de la Plana la mínima para el Campeonato del Mundo de junio en Portugal. La prueba en que alcanzó el pasaporte mundialista fue, de nuevo, en su prueba fetiche de la actualidad: los 100m mariposa S9. “Aunque hay que esperar todavía a conocer los criterios y las mínimas de cara a 2024, confío en mis posibilidades a la hora de conseguir el billete para estar en mis quintos Juegos. Posiblemente, sean los últimos y París sea el final de mi aventura, pero todo, a su tiempo. De momento, vamos a seguir disfrutando del camino y vamos a prepararnos para el Mundial de junio. Y, sobre todo, vamos a intentar subirnos a esta locomotora en que se ha convertido la natación adaptada. Por mucho que lo suframos, para quienes llevamos toda una vida en este viaje, que nuestro deporte haya llegado a esta altura y calidad es una satisfacción”, señala Marí, empeñado en seguir dando guerra. Como Levecq.