Similitudes, diferencias y, de nuevo, similitudes. Los atletas castellonenses Nara Elipe y Andreu Boix preparan la nueva temporada, un curso que, en ambos casos, representa el salto a la categoría sub-23. A los dos deportistas FER les une un paso exitoso por la etapa sub-20, pero con matices. Mientras Nara (3.000m obstáculos) hizo pleno de títulos en los dos últimos Campeonatos de España al aire libre, Andreu alcanzó el oro en el decatlón del Nacional de 2020, pero sufrió un auténtico calvario durante la pasada temporada a causa de las lesiones. El ‘combinero’ de Moncófar no pudo competir en todo el año tras enlazar diversos contratiempos físicos, todos ellos musculares. Con esos precedentes, Andreu y Nara ingresan en la categoría sub-23 sin complejos por ser de los más jóvenes, sin temores por enfrentarse a rivales mayores y, por tanto, más expertos.
“No tengo enemigos ni quiero tenerlos nunca. Pero, aunque me surgieran, nunca desearía que sufrieran lo que yo he padecido en 2021. Afrontaba un año apasionante, con un Europeo y un Mundial sub-20, pero todo empezó a torcerse desde muy pronto. El vía crucis empezó en enero, con una rotura muscular de la pierna izquierda. Me perdí la temporada de pista cubierta. Cuando ya estaba rehabilitado, me lesioné de la pierna derecha. Ya no me recuperé y ya no pude competir en todo el año. Soy joven, nunca había vivido una situación tan adversa y no sabía cómo gestionarla. Pero felizmente, todo pasa. Transcurrido un tiempo, he sabido extraer conclusiones positivas. Tras las privaciones de estos últimos meses, ahora, lo disfruto todo más. Cuando más sufro en un entrenamiento, más lo disfruto. Es como si tuviera 10 años. Es como si empezara de cero. Es como si acabara de descubrir el atletismo de nuevo”, señala Andreu Boix, de 19 años.
Atleta ganador y con carácter, no asume las derrotas o los malos días con facilidad. Sabe que, tras un curso en blanco, 2022 será un año complicado con su salto a la categoría sub-23, pero se considera capacitado para luchar por las medallas de oro en los Campeonatos de España. “No tanto en el heptatlón del Nacional sub-23 de pista cubierta, porque la temporada bajo techo es toda una incógnita después de un año sin competir, pero sí, en el de aire libre. Respeto mucho a Jorge Dávila, a Bruno Comín, a José San Pastor, entre otros, pero puedo competir con ellos de tú a tú. Quiero que este próximo ejercicio signifique un punto de inflexión. Primero, por cerrar la negra página de 2021. Y después, por demostrar que puedo ser un muy buen atleta de cara al futuro” comenta el ‘combinero’ castellonense, especialmente brillante en las pruebas de vallas, longitud y pértiga.
Por su parte, Nara Elipe ha vivido un 2021 de contrastes. Experimentó una gran alegría a principios de julio, momento en que se proclamó campeona de España sub-20 en los 3.000 metros obstáculos. Semanas más tarde, “me llevaba una cierta decepción en el Europeo de la categoría en Estonia, en el que me quedé a las puertas de la final, que era mi objetivo. De las 27 participantes, los 15 mejores cronos de las semifinales accedían a la final. Y yo logré el 16ª. Fue una pena. Esperaba algo más de mí, la verdad, pero, por desgracia, no tuve mi mejor día”, explica Nara, quien, de momento, seguirá compitiendo un tiempo en los obstáculos, aunque, a largo plazo, “no descarto cambiar a los 5.000 o 10.000 metros”.
Al igual que Andreu Boix, Nara Elipe se ve apta para luchar por la medalla de oro en los Nacionales sub-23 de pista cubierta y aire libre. “Tendré que competir con grandes rivales, como, por ejemplo, Carmen Riaño o Mayte González, pero el título nacional sub-23 no es, ni mucho menos, imposible”, señala. Para ello, eso sí, la atleta castellonense deberá darle un buen bocado al crono. “Hasta la fecha, mi mejor tiempo es 10:21, tiempo que deberé rebajar bastante para lograr triunfos en la etapa sub-23 y para, poco a poco, poder medirme con opciones a las Carolina Robles, Blanca Fernández o Clara Viñaras. Se que en 2022 no hay Europeo sub-23. Tendré que esperar a 2023. Allí espero estar. Y a nivel absoluto, el Europeo de Múnich de este verano, aún no. Quizás, en Roma 2024”, apunta, deseosa, para finalizar.