Hay imágenes que permanecen durante mucho tiempo en la retina. Unas, para bien, por ser sinónimo de éxito, de alegría, de buenos recuerdos. Otras, para no tan bien, por evocar derrota, decepción, amargura. Durante los últimos años, Lola Riera, jugadora de la selección española de hockey hierba, se había acostumbrado a almacenar en su memoria escenas gratificantes: entre otras, el bronce en el Mundial del verano de 2018, un nuevo bronce en el Europeo del verano de 2019 o la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio en octubre de 2019.
Sin embargo, el último recuerdo vinculado al combinado nacional no es tan amable. Por mucho que pase el tiempo, de vez en cuando, irrumpe la imagen del desenlace acontecido en los Juegos de Tokio. Tras ir de menos a más con el transcurso del torneo, el combinado nacional cayó, de forma dolorosa y dramática, en el cruce de cuartos de final ante Gran Bretaña en la lotería de los ‘shoot out’. Lola Riera rozó la presencia en toda una semifinal olímpica. De aquella experiencia y de los retos futuros, hablamos hoy con la deportista FER, dispuesta a cubrir este nuevo ciclo y a llegar a París 2024, los que serían sus terceros Juegos.
Unos Juegos Olímpicos son una experiencia muy intensa. Por tanto, es difícil olvidar de golpe todo lo que deparan. Claro que, de vez en cuando, recuerdo imágenes de Tokio y, en concreto, del cruce de cuartos contra Gran Bretaña. Aunque el final fue un poco doloroso, siempre hay que intentar extraer conclusiones positivas. Lo que ocurre es que, nada más volver de Tokio, empecé a afrontar muchos retos y objetivos con mi equipo. Es decir, tampoco he podido recrearme en lo vivido en los Juegos, porque apenas he tenido tiempo.
Sin duda. En Tokio, confirmamos nuestro crecimiento. Ya llevamos varios años, y así lo certifican nuestros logros, en los que hemos demostrado que podemos competir con cualquier selección, con cualquier potencia mundial, cosa que era impensable hace un tiempo. Una lástima el no poder acceder a las semifinales, pero me quedo con nuestra progresión. Esto es lo realmente importante.
Lo único que puedo transmitir es mi voluntad de seguir, y de alcanzar París. Tengo 30 años, creo que me encuentro en plena madurez, y conservo intactas la ilusión y la motivación. Por tanto, el tiempo y los acontecimientos dirán, pero mi intención de disputar mis terceros Juegos es firme. Por otra parte, la conclusión de un ciclo olímpico suele ser un punto de inflexión y conllevar cambios. Algunas abandonan, otras se incorporan… Lo sabremos en las próximas semanas y meses. Por ejemplo, en la primera concentración post Tokio, prevista para finales de este mes de noviembre.
Disputar un Mundial como anfitrión siempre da un plus de motivación. En el último certamen mundialista, el celebrado en Londres 2018, obtuvimos la medalla de bronce. Pero es verdad que el nivel internacional es altísimo. Nos va a venir muy bien jugar antes la Pro League. Será un ensayo muy interesante. Precisamente, en Tokio, pudimos acusar los pocos partidos previos a causa de la pandemia.