La dulce resaca continúa. Tres días después de su mágica irrupción, David Cantero sigue abrazado a la felicidad. Pero, al tiempo, mantiene su aplomo de siempre. Porque ésa es una de las principales características del flamante subcampeón de Europa sub-20 de los 5.000 metros: su tranquilidad, su seguridad, su temple. En suma, su madurez, impropia de un chico de apenas 18 años. Una sensatez y una mesura que se convierten en voracidad y fiereza sobre el tartán. O sobre la calzada. Hasta la fecha, el joven deportista de Aldaia compagina el triatlón con el atletismo. En la primera especialidad, se proclamó campeón de España cadete en 2019. En la segunda, acaba de lograr un éxito superlativo. Además, siendo sub-20 de primer año. Con el emergente deportista FER, hablamos de las intensas emociones experimentadas el pasado viernes y sobre su futuro más inmediato.
Sin duda. El viernes, disfruté del mejor momento de mi carrera deportiva. Están siendo días muy emocionantes y que nunca olvidaré. Aunque pasen las horas y las jornadas, sigo en una nube y sin acabar de creerme que soy subcampeón de Europa.
La avalancha de felicitaciones ha sido tremenda. El viernes por la noche, entre whatsapp e Instagram, llegué a acumular casi 400 mensajes. En cuanto a las llamadas, la más emocionante fue la de mis padres. Ellos saben el trabajo y el esfuerzo, no sólo mío, también de ellos, que hay detrás de este éxito.
Sí, la verdad. Era mi debut en un evento internacional de atletismo; apenas tengo experiencia en este tipo de competiciones; era de los más jóvenes; hasta hace pocas semanas, desconocía que había prueba de 5.000m en este Europeo; salía con la 12ª mejor marca… Es decir, para mí, un top-10 ya hubiera sido un excelente resultado. Por tanto, lograr una medalla de plata era inimaginable. Sigo sin creérmelo, estoy en una nube.
Creo que hice una carrera perfecta en lo táctico. Supe colocarme en todo momento, cuestión muy importante con 23 competidores. A partir del tercer kilómetro, adelanté posiciones y me puse entre los primeros para, en la medida de lo posible, evitar percances y tropezones. Y mi última vuelta resultó pletórica. En el sprint final, las sensaciones de verme en el podio fueron indescriptibles.
Sigo con el deseo de centrarme en el triatlón. Es mi sueño y voy a intentar cumplirlo. Sé que he de mejorar en la natación y en ello estamos, pero quiero apurar mis opciones de triunfar en triatlón. Dicho esto, mientras puedo, voy a compaginar ambos deportes. Creo que son complementarios y esta combinación me puede beneficiar.
En principio, mi plan es el siguiente. A partir del miércoles, voy a estar, de nuevo, concentrado en Sierra Nevada. El 8 de agosto, si no pasa nada, competiré en la Copa de Europa junior de Riga. En septiembre, tengo la Copa de Europa junior de Banyoles, clasificatoria para el Mundial junior de octubre, y también en octubre, disputaré el Campeonato de España.