Último ensayo y última oportunidad. A poco más de dos meses para los Juegos Paralímpicos de Tokio, el ciclismo adaptado ofrece el Campeonato del Mundo en ruta, torneo que va a celebrarse en Portugal del 10 al 13 de junio, y que representa el postrero evento internacional del máximo nivel antes de la gran cita deportiva en la capital nipona. Para Ricardo Ten, virtualmente clasificado para Tokio, el certamen mundialista constituye la última prueba de calidad en la que probarse para sacar conclusiones. Por contra, para Maurice Eckhard, supone el examen definitivo. No habrá más opciones. Sus prestaciones en este Mundial de Portugal van a ser decisivas a la hora de incluirlo, o no, en la selección que competirá en los Juegos. Maurice es moderadamente optimista. Su actuación en la Copa del Mundo de Bélgica, a principios de mayo, ha relanzado su candidatura. De estar casi descartado, a tener opciones.
Ricardo Ten
De entre todos los éxitos que Ricardo Ten ha acumulado desde 2017, cuando se sumergió de lleno en el mundo del ciclismo adaptado, destaca, por encima de todos, la espectacular medalla de oro alcanzada el 14 de septiembre de 2019. Durante esa jornada, el longevo e incomparable deportista valenciano firmó una monumental hazaña. Se superó a sí mismo. Se proclamó campeón del mundo en la prueba de fondo en carretera. Pero no fue un oro más. Fue un oro superlativo. Ricardo no sólo fue el mejor de los 22 competidores en su categoría, la MC1, la de mayor afectación. Ten entró por delante de los 60 participantes que se distribuían en las categorías MC1, MC2 y MC3. Una exhibición portentosa al alcance de muy pocos. Un logro “muy bestia”, como el propio Ricardo se encargó de calificar.
A menor escala, hace pocas semanas, el fin de semana del 7 al 9 de mayo, Ricardo Ten, de 45 años, volvió a exhibir su competitividad, hambre y talento. Fue en la Copa del Mundo desarrollada en Ostende, Bélgica. En la crono individual, rozó el podio. Acabó en la cuarta plaza de 11 competidores. 48 horas más tarde, se tomaba la pertinente revancha y ganaba la prueba en línea. Toda una declaración de intenciones de cara a este inminente Campeonato del Mundo en Portugal. Pese a que Ricardo Ten ha dejado claro que su prioridad en los Juegos de Tokio es el velódromo (en concreto, la persecución individual de 3 km), el veterano deportista FER no descuida la ruta y no descarta apuntarse un doblete que sería histórico.
Maurice Eckhard
Todo un superviviente. Con múltiples vidas. Refractario a un fatídico desenlace. Rebelde ante los peores presagios. Así es Maurice Eckhard, otro de los deportistas más longevos y expertos del Proyecto FER. Hace dos años, en 2019, Maurice tenía muy difícil, casi imposible, su presencia en los Juegos Paralímpicos. Ahora, su clasificación para Tokio sigue estando complicada, pero no tanto. Hay más opciones. Posiblemente, Eckhard ha sido, y es, la persona que más ha creído, y cree, en su candidatura. Con un trabajo discreto y silencioso, pero efectivo, está haciendo frente a los augurios más negativos. Así lo demostró en la Copa del Mundo de Ostende de principios de mayo. Su sexta plaza, de 27 participantes, en la clase MC2 le permitió reivindicarse. Su pasaporte para Tokio no es, ni mucho menos, utópico.
Lejos quedan las medallas alcanzadas por Eckhrad en los Mundiales de ruta de los años 2002, 2006, 2007, 2010, 2011 y 2013. Ahora, el objetivo puede parecer más modesto; pero, para Maurice, es igual de grandioso. Porque alcanzar la participación en unos quintos Juegos Paralímpicos (ya ha estado en Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016) sería un monumental éxito. Maurice, de 38 años, está obligado a mostrar su mejor versión. Pero está preparado.
