De ser una de las modalidades más afortunadas en 2020, a convertirse en una de las más tardías en 2021. Así de distinto ha sido el comportamiento del ciclismo en pista durante los dos últimos cursos. Durante el pasado año, los pistard tuvieron la oportunidad de disputar el Campeonato del Mundo en Berlín, poco antes de que el coronavirus estallara y lo paralizara todo, y el Europeo en Bulgaria, cuando, a finales del año, el deporte empezó a recuperar su pulso. Ahora, sin embargo, ha habido que esperar a mayo, más de lo que es habitual, para que el espectáculo regrese a los velódromos. En las próximas jornadas, dos jóvenes componentes del Proyecto FER se disponen a afrontar sendos eventos de alto nivel.
Alejandro Martínez Chorro: “Los últimos entrenamientos confirman la mejoría apuntada el pasado año”
Noviembre de 2020. Europeo absoluto en Bulgaria. Éstos son el momento y el torneo que han podido representar un punto de inflexión en la trayectoria deportiva de Alejandro Martínez Chorro (San Vicente del Raspeig, 23 años). Tras muchas decepciones, tras experimentar, en muchas ocasiones, la siempre dolorosa sensación de oportunidad perdida, el ciclista FER dio en el certamen continental del pasado curso un esperanzador paso adelante. Ahora, el deportista alicantino ha de confirmar el aparente cambio de rumbo. Aspira a ratificar que el crecimiento mostrado en Bulgaria no fue producto de la casualidad. Y desea contrastar que su regreso a la Comunitat Valenciana, tras estar muchos meses en Berlín, ha sido un acierto. Alejandro va a ser uno de los miembros de la selección española que va a disputar la Copa del Mundo de Hong Kong, del 13 al 16 de mayo.
Estoy muy animado. El Campeonato de Europa de noviembre de 2020 me reforzó. Me alivió. Me aportó moral y tranquilidad. No obstante, pese a la progresión, soy consciente de que sigo lejos de los mejores. Los entrenamientos de los últimos seis meses han sido muy positivos y apuntan a confirmar esta evolución.
Competiré, como es habitual, en la velocidad por equipos, pero también lo haré en la velocidad individual. Es decir, por primera vez en un evento internacional absoluto, voy a disputar una prueba individual. Empezamos una nueva etapa con nuevo seleccionador. Quiero demostrar que soy merecedor de su confianza.
De momento, sólo tenemos claro que viajamos a Hong Kong, un viaje complicado por el actual contexto sanitario, pero que me hace mucha ilusión. Después, en junio, hay otras dos pruebas previstas: otra Copa del Mundo en Colombia (no está claro que vayamos) y el Campeonato de Europa en Minsk (todo apunta a que sí lo disputaremos). Por lo que a mí respecta, en octubre quedará el Campeonato del Mundo en Turkmenistán.
Gerard Montoro: “Me encamino hacia las pruebas de fondo”
Un salto de categoría de edad siempre es sinónimo de dificultades. Y más, si el cambio es de junior a sub-23. A este ascenso se enfrenta Gerard Montoro (Mislata, 19 años), deseoso de cerrar, definitivamente, la negra página de 2020. Y no sólo por la pandemia. También, por el susto sufrido en el mes de septiembre. A pocos días de disputar el Nacional junior, Gerard sufrió una indisposición que le provocó grandes daños en la boca y que, nueve meses después, todavía le genera algunos problemas. Entusiasta como pocos, el joven ciclista FER desea reemplazar aquellos tristes recuerdos del pasado por alegres realidades de presente. Su primera oportunidad llega en el Nacional de madison y ómnium
Mi idea es disputar ambas pruebas. En efecto, será mi primer Campeonato de España absoluto en el que me enfrentaré a los “mayores”, muchos de los cuales están corriendo ya a nivel profesional. Pero no me asusta; me motiva. En cuanto al objetivo, creo que estoy en disposición de acabar ambas pruebas entre los 6 primeros en la clasificación global y de alcanzar el podio sub-23.
La madison la voy a correr con Raúl Granados, un compañero que es tres años mayor y que afrontará por primera vez esta prueba en un Campeonato Nacional. Con respecto a si tengo opciones de ser convocado para el Europeo sub-23, no lo sé aún. Soy consciente de que el primer curso como sub-23 es muy complicado. Mi ilusión y mi objetivo es disputarlo; pero, si lo logro, no me voy a venir abajo.
Voy encaminado hacia las pruebas de fondo. Es decir, a modalidades como la madison, el scratch o la eliminación. De esta manera, también podría hacer el ómnium, prueba olímpica. En definitiva, carreras que exigen resistencia y, al tiempo, un final explosivo.