Para un deportista acostumbrado a los éxitos, un año y medio sin conseguir buenos resultados genera inquietud, desasosiego y, sobre todo, ganas de desquite. Dos jóvenes componentes del Proyecto FER que, antes da la irrupción de la pandemia, encadenaban hitos, necesitan, cuanto antes, un punto de inflexión que ponga punto final a un prolongado tiempo de sequía y les permita reencontrarse con los triunfos. Son el regatista Mariano Cebrián y la ciclista Vania Rico. En pocos días, ambos disponen de nuevas oportunidades para recuperar sus mejores versiones y para volver a reivindicarse, tras meses de penurias y desencantos.
El primero en entrar en acción será Mariano Cebrián (Benidorm, 17 años). El regatista alicantino ya está preparado para disputar el Campeonato de España de vela clase ILCA 6, la antigua láser radial, clase en la que debuta este año. Al margen de las dificultades propias de la pandemia, el pasado curso resultó extraño y complicado. El joven deportista FER no pudo brillar ni en el Campeonato de España ni en el Campeonato de Europa de laser 4.7, modalidad en la que había acumulado brillantes resultados en los años anteriores. En 2021, ya se ha estrenado en la clase ILCA 6. A principios de abril, acabó en la cuarta plaza en la Copa de España sub-19, torneo celebrado en Mallorca. De cara al Campeonato de España de este fin de semana en Águilas, Cebrián no titubea. “Mi objetivo es ser el mejor, logra el oro en la categoría sub-19. No importa que sea mi primer año como sub-19 y, por tanto, me enfrente a rivales mayores que yo, ni tampoco, los cambios en el reglamento, a los que me he tenido que adaptar contra reloj”, comenta, inconformista, Mariano.
Una vez concluya el Campeonato de España, y siempre y cuando la situación sanitaria lo permita, Mariano Cebrián empezará a pensar en clave internacional. Porque le espera un verano de vértigo. A finales de junio, llegará el Campeonato de Europa en Croacia. Y a finales de julio, el Campeonato del Mundo en Italia. “En ambos casos, me he propuesto hacer top-5 en la clasificación parcial de la categoría sub-19. Sé que he de fortalecer mi físico para ser más competitivo, pero estamos en ello. Deseo convertirme en regatista de la clase ILCA 7, la clase olímpica masculina. Para ello, he de exigirme y marcarme retos ambiciosos”, indica Mariano.
Por su parte, Vania Rico (Tibi, Alicante, 17 años) se desplaza hasta Huesca para afrontar la segunda prueba de la Copa de España junior de mountain bike. En la primera jornada, celebrada el pasado 14 de marzo en Valladolid, la joven ciclista alicantina terminó en la octava plaza, de 25 participantes. Vania no saborea una alegría deportiva desde el verano de 2018, cuando se proclamó campeona de España infantil. “En 2019, acusé el salto de categoría, de la infantil a la cadete. Y en 2020, no pude competir en todo el año. En este curso, vuelvo a cambiar, de cadete a junior, pero no puedo escudarme en este nuevo salto, no debo resignarme ante la teórica superioridad de dos o tres rivales muy fuertes, y no puedo dejar escapar más oportunidades”, comenta Vania.
Al margen de las Copas de España, Vania Rico tiene una fecha subrayada en su calendario: el 18 de julio, fecha del Campeonato de España junior de mountain bike. Con respecto a cuál será su especialización definitiva, si la bicicleta de montaña o las pruebas de ruta, la joven deportista alicantina sigue sin deshojar la margarita. Continua sin tener una decisión definitiva. “Parece que vaya a inclinarme por la mountain bike, pero no descarto por completo la carretera. Lo decidiré a finales de esta temporada”, concluye Rico.