Los meses de mayo y junio suelen ser sinónimo de fuertes emociones en los deportes colectivos. Son tiempos de desenlaces de las competiciones. Son épocas de títulos, de ascensos, de descensos, de permanencias agónicas… Son fechas en las que las pulsaciones se aceleran. En las próximas jornadas, dos deportistas del Proyecto FER se disponen a afrontar encuentros decisivos, vitales. En un caso, el objetivo es ser campeona. En otro, el reto pasa por permanecer en la élite. Los protagonistas de tales historias son Lorena Segura, jugadora del Valencia Basket y Darío Porta, integrante del Club de rugby Les Abelles.
Camino de los 21 años (los alcanzará en junio), Lorena Segura cumple su cuarta temporada como componente del Valencia Basket. Aunque los minutos cotizan al alza en una plantilla de muchos quilates, la deportista valenciana se siente una privilegiada. Está disfrutando de una experiencia impagable. Comparte vestuario con jugadoras de una extraordinaria calidad. Y es partícipe de momentos culminantes. Como la final de la Copa de la Reina, jugada en La Fonteta, el 8 de marzo, y en la que salió cruz. O como la final de la Eurocup Women, disputada en Hungría el 11 de abril, y cuya exitosa y taquicárdica resolución mantendrá en su retina durante mucho tiempo.
“Desde que arrancó el ejercicio, tengo muy claro el nivel de la plantilla a la que pertenezco. Por tanto, era consciente de la dificultad de tener minutos de calidad. Pese a todo, estoy contenta con mi trabajo. Aprendo muchísimo en cada entrenamiento, en cada partido, e intento aprovechar cada oportunidad que recibo para ayudar al equipo. Pero lo que nunca podía imaginarme cuando empezó el curso, era el carrusel de sensaciones que me esperaba. Tres finales, campeonas de la Eurocup y la opción de ganar la liga. Ni en mis mejores sueños esperaba algo parecido”, comenta Segura.
Ahora, Lorena vive con intensidad las horas previas a la gran final de la liga. Cara a cara, el Valencia Basket y el Perfumerías Avenida de Salamanca. El primer encuentro se celebrará en Salamanca este jueves, 29 de abril. El segundo partido se disputará en La Fonteta el domingo 2 de mayo. Si hace falta un duelo de desempate, éste se desarrollaría, de nuevo, en Salamanca el jueves 6 de mayo. “Preveo un gran espectáculo y una final apasionante. En los dos precedentes de la liga regular, ha habido prórroga. Tenemos el máximo respeto hacia un grandísimo rival, pero pensamos que tenemos nuestras opciones. Sobre todo, si somos capaces de ganar este jueves en Salamanca” apunta la jugadora del Valencia Baskat y, al tiempo, deportista FER.
Mientras, Les Abelles dirime este próximo domingo, 2 de mayo, su futuro en el rugby nacional. Tras el inesperado y heroico ascenso a la División de honor, firmado el pasado mes de octubre, la temporada del conjunto valenciano se ha asemejado a una montaña rusa. A un vaivén. Gracias a la euforia y a la inercia derivadas del salto a la élite, el inicio del nuevo curso resultó explosivo. Tanto, que, incluso, “soñamos con meternos en la fase por el título. Pero la máxima categoría es muy exigente. Y el paso de las jornadas nos puso en nuestro sitio; es decir, en el grupo de equipos que debíamos batirnos para evitar el descenso. No sabemos exactamente la razón, pero nos metimos en un lío monumental, del que, afortunadamente, estamos a tiempo de salir todavía. Nos lo jugamos todo a una carta este domingo”, explica el deportista FER Darío Porta, para quien “la consecución de la salvación sería como lograr un título”.
Para Les Abelles, el desenlace puede ser perfecto, agridulce o pésimo. El conjunto valenciano recibe al Getxo vasco. Una victoria “abejorra” unida a una derrota del Independiente de Santander en la cancha del Cisneros supondría la salvación automática. Por contra, un resultado negativo ante el Getxo abocaría a Les Abelles a una eliminatoria por la permanencia e, incluso, podría provocar el descenso directo. “Puede ocurrir cualquier cosa. Getxo vendrá a por todas. Si pierde, está descendido. Con respecto a nosotros, nuestros principales enemigos son la irregularidad de las últimas semanas y, por qué no decirlo, una cierta presión de dilucidar nuestra suerte a una sola carta. Pero apuesto por Les Abellles de las grandes ocasiones. El pasado domingo, estábamos casi sentenciados y resucitamos en el campo de la Santboiana. Este triunfo nos ha devuelto a la vida. Ahora, hay que rematar la faena”, concluye Darío.