Segundo evento del año. Tras el Master, evento celebrado en Doha durante el 11 y el 12 de enero, el judo ofrece el segundo certamen del curso. En este caso, el Grand Slam de Tel Aviv, previsto para el jueves 18 y el viernes 19. Hacia Israel, viajan tres deportistas del Proyecto FER. Dos de ellas, Julia Figueroa y Ana Pérez Box, vuelven a dirimir otro torneo clave en la carrera hacia los Juegos de Tokio de este próximo verano. Por su parte, el joven Salva Cases busca, de nuevo, ese gran resultado internacional que persigue desde hace un tiempo para reivindicarse y empezar a cimentar su candidatura de cara al próximo ciclo olímpico, el que confluirá en París 2024.
Julia Figueroa
Hace un mes, la judoca de origen cordobesa, pero formada deportivamente en la Comunitat Valenciana, reapareció tras un larguísimo paréntesis de casi 11 meses. En Qatar, Julia ganó el primer combate y perdió los dos siguientes, tanto el de cuartos de final, como el primero de la repesca por el bronce. Al final, séptima plaza. Por encima de la posición final, la deportista FER extrajo interesantes conclusiones. Sólo cuatro meses antes, había pasado por el quirófano para operarse del hombro izquierdo. Su recuperación resultó meteórica, casi milagrosa. Por ello, Figueroa regresó de Doha con buenas vibraciones
Ahora, Julia acude a Israel en mejores condiciones físicas. Actualmente, ocupa la séptima plaza en el ranking olímpico en su categoría de peso (menos de 48 kg). Y sigue por delante de Laura Martínez, la judoca madrileña que también aspira a la plaza olímpica. La ventaja sigue siendo sustancial. No obstante, cada evento adquiere una gran trascendencia. Una medalla en Tel Aviv significaría el pasaporte virtual para viajar a Tokio.
Ana Pérez Box
3 de noviembre de 2019. Esta es la fecha del último podio internacional de la judoca alicantina. Fue en la Copa del Mundo de Perth y fue una medalla de plata. Esta segunda plaza en tierras australianas significaba la rúbrica a un exitoso 2019, en el que, además, logró dos platas, en los Gran Slam de Marrakech y Ekaterimburgo, y conquistó un bronce, en el Grand Prix de Budapest. Durante el pasado curso, Ana Pérez cayó en la primera ronda, los dieciseisavos de final, del Grand Slam de París, acabó séptima en el Grand Slam de Dusseldorf, donde renunció a la lucha por el bronce por culpa de unas molestias físicas, y rozó el podio en el Campeonato de Europa disputada en Praga en el mes de noviembre. Hace un mes, en el Master de Doha, fue eliminada en los octavos de final ante la suisa Tschopp.
Ana Pérez tiene muy bien encaminada su presencia en los Juegos de Tokio. En su categoría de peso, menos de 52 kg, ocupa la novena posición en el ranking olímpico. Y, a diferencia de lo que le ocurre a Julia, tiene menos competencia a nivel nacional. En Tel Aviv, la judoca alicantina persigue un resultado de campanillas. Primero, para apuntalar su candidatura de cara a Tokio. Después, y, sobre todo, para volver a sentirse ganadora, y demostrar que en el torneo olímpico puede competir sin complejos y aspirar a lo máximo.
Salvador Cases
El tercer representante del Proyecto FER en este prestigioso Grand Slam de Tel Aviv es Salvador Cases. El deportista alicantino, de 22 años, es, en la actualidad, el mejor judoca masculino en la Comunitat Valenciana. Sin opciones de ir a Tokio, Cases, una de las grandes esperanzas de cara al próximo ciclo olímpico, busca, casi con desesperación, un éxito internacional. Curiosamente, ahora hace un año, logró una fantástica quinta plaza en este mismo evento que afronta este viernes. Por contra, no tuvo excesiva fortuna en los dos grandes certámenes celebrados a finales de 2020, ni en el Europeo sub-23, desarrollado en Croacia, ni en el Europeo absoluto, disputado en Praga. No exento de clase, las principales fortalezas son su ambición, su pasión, sus ganas de triunfar. Así lo demuestra en los tatamis, en los que se comporta como un gladiador.