En nada se parecen la halterofilia y el piragüismo. Sin embargo, las representantes de estos dos deportes en el Proyecto FER, Alba Sánchez y Bárbara Pardo, sí tienen muchas coincidencias. Por ejemplo, ambas son casi coetáneas. Alba nació en 1998; Bárbara, en 1999. Ambas pertenecen a la categoría sub-23 en sus respectivas modalidades. Ambas son de la provincia de Valencia; en concreto, de la comarca de La Ribera (Alba, de Alzira; Bárbara, de Antella). Y, por último, las dos tuvieron un 2020 en blanco. Durante el pasado curso, se vieron privadas de competiciones por culpa de la crisis sanitaria del covid-19. Ahora, como tantas otras y otros deportistas, siguen inmersas en un sinfín de dudas y de incógnitas. Desconocen si van a poder afrontar los eventos que, en un principio, se habían trazado como grandes objetivos de la temporada. Con todo, sus ilusiones y ambiciones son máximas.
Alba Sánchez culmina en 2021 su paso por la categoría sub-23 a nivel internacional. Si la pandemia lo permite, la haltera valenciana afrontará el Campeonato de Europa de la categoría a finales de año. Y lo hará con una motivación extraordinaria, “sobre todo, porque quiero quitarme la espina que se me quedó clavada en este mismo certamen de 2019, donde aspiraba a medalla, pero sólo pude acabar cuarta de un total de seis participantes. Si lo puedo disputar en este curso, el objetivo es innegociable: ascender al podio”, recuerda Alba. La deportista de Alzira sigue conviviendo con unas molestias crónicas en su rodilla izquierda, de la que fue operada en 2018. “Felizmente, he ido mejorando con el paso de los meses. Cuando aparecen, los dolores son leves. Me gustaría no tenerlos, claro, pero ya me he acostumbrado a entrenar con molestias”, comenta.
Quiero quitarme la espina que se me quedó clavada en este mismo certamen de 2019. Aspiraba a medalla y sólo pude acabar en la cuarta posición
Alba Sánchez
Antes del Europeo sub-23 de finales de año, Alba Sanchez, de 22 años recién cumplidos, tenía el sueño de disputar el Campeonato de Europa absoluto, previsto, en principio, en Moscú en el mes de abril. “Desconocemos qué va a pasar con este torneo, aunque no soy nada optimista. No estoy presente en un Europeo absoluto desde la edición de 2017, la que se celebró en Split y en la que acabé en la sexta plaza. Si se desarrolla, me veo con muchas opciones de clasificarme. Creo que puedo lograr la marca exigida, pero es todo muy incierto”, comenta la haltera alcireña.
En cualquiera de los casos, Alba está ávida de volver a competir y, sobre todo, de volver a brillar. “Tengo muchas ganas de reencontrarme con las sensaciones experimentadas en la etapa junior, cuando, por ejemplo, alcancé la medalla de plata en el Europeo de 2016” rememora la levantadora valenciana.
Al igual que Alba Sánchez, la piragüista Bárbara Pardo tampoco pudo competir en todo el 2020. La palista de Antella, de 21 años, se encuentra inmersa en su tercer y antepenúltimo año (en total, son cinco) como sub-23. Hace dos años, en 2019, en el curso de su estreno en esta categoría de edad, la deportista FER formó parte del equipo español que obtuvo la cuarta plaza en el K4-500m del Campeonato del Mundo celebrado en Rumania.
“Este año, si la crisis sanitaria no lo impide, hay Europeo sub-23 (en junio, en Polonia) y hay Mundial sub-23 (en julio, en Portugal). Mi principal objetivo es asistir al Mundial sub-23 como componente del K4-500 y saldar la deuda que mantengo desde 2019, año en que aspiraba a reeditar el podio logrado en el Mundial junior de 2017. También pretendo ser seleccionada para el K2-500m. Para este curso, han cambiado los criterios de selección para las pruebas internacionales y tengo opciones de poder convertirme en una de las componentes de esa embarcación en el Mundial sub-23”, comenta Bárbara Pardo.
Mi principal objetivo es asistir al Mundial sub-23 como componente del K4-500 y saldar la deuda que mantengo desde 2019
Bárbara Pardo
«Después de un año blanco, en el que la pandemia nos ha hecho tanto daño y nos ha robado tantas ilusiones, tengo muchas ganas de volver a competir y de cumplir mis objetivos. Desde luego, la crisis sanitaria del covid-19 nos ha quitado muchas cosas, pero no la motivación de seguir luchando por superarnos”, concluye la palista de Antella.