Por mucho que el reciente Campeonato de Europa de ciclismo en pista celebrado en Bulgaria no haya reunido a la participación más lustrosa, y por mucho que la pandemia haya propiciado renuncias y ausencias de cierta consideración, un evento continental siempre es un torneo de la máxima exigencia. De alto nivel. Un brillante resultado en un Europeo siempre es un logro de prestigio. Por ello, Sebastián Mora y Alejandro Martínez Chorro tienen motivos para estar felices. Sobre todo, el primero. Mora, de 32 años, ha completado un certamen de ensueño y ha alcanzado dos medallas de oro (en la puntuación y en la madison), un hito al alcance de muy pocos. Por su parte, Alejandro, de 22 años, conseguía una notable quinta plaza en el keirin, un registro que consolida un cambio de tendencia tras una etapa de dudas y estancamiento.
Sebastián Mora regresa de Bulgaria con un esplendoroso botín de dos oros. Dos coronas continentales que consagran al deportista de Vila-real como uno de los grandes pistard del concierto internacional. El ciclista FER confirma que es un valor fiable, seguro, solvente. Hasta este pasado fin de semana, el castellonense atesoraba cuatro títulos europeos: dos en madison (año 2015, en Suiza, y año 2016, en Francia) y otros dos en scratch (año 2015, en Suiza, y año 2019, en Holanda). Desde ayer, su currículum en Campeonatos de Europa ya incluye seis oros. En Bulgaria, Mora ha exhibido ambición, carácter ganador, fuerzas e inteligencia. Porque las pruebas en las que se ha entronizado, la puntuación y la madison, no sólo requieren buenas piernas; también, sangre fría y capacidad estratégica. Además, las conquistas alcanzadas tienen un simbolismo especial. A apenas 8 meses de los Juegos de Tokio, Mora y su inseparable Albert Torres volvieron a reinar en la madison, la modalidad que afrontarán en la gran cita olímpica en la capital nipona.
A pesar de la dificultad y la anomalía del curso, Mora ha llegado pletórico a este Campeonato de Europa. Los kilómetros acumulados con las pruebas disputadas en carretera le han concedido un plus a su estado de forma. “No hay mejor forma de terminar este 2020 tan extraño y atípico. Volviendo la vista atrás, recuerdo que, tras el confinamiento, me costó mucho retomar la actividad. Tocó sufrir, pero ha merecido la pena. Las carreras en ruta me han beneficiado. Repito, acabar de esta manera y con un doblete de oro en un Campeonato de Europa es la mejor recompensa a esta temporada tan difícil para todos. Ahora, a descansar unos días y, en breve, a retomar los entrenamientos. Estamos a pocos meses de unos Juegos Olímpicos. No hay mayor motivación que esta cita que tenemos en el horizonte”, comentaba el deportista de Vila-real.
La recuperación de Alejandro Martínez Chorro
A finales de septiembre, el deportista de San Vicente del Raspeig volvió de Navarra, sede del Campeonato de España absoluto de ciclismo en pista, con el ánimo por los suelos. El regreso en coche desde Tafalla hasta la Comunitat Valenciana se le hizo eterno. Martínez quedó muy decepcionado de su actuación en el certamen nacional y ante una preocupante sensación de estancamiento. Tocaba terapia urgente ante la inminencia de torneos importantes. Dos semanas más tarde, el velocista alicantino cambió la tendencia en el Europeo sub-23. Aunque no obtuvo ningún resultado de relumbrón, sus prestaciones (sobre todo, en el keirin y en la prueba de 1 km) apuntaban a punto de inflexión.
Esta progresión se ha consolidado durante el reciente fin de semana en el Campeonato de Europa absoluto disputado en Bulgaria. Martínez Chorro contribuyó a la buena actuación del conjunto español en la velocidad por equipos. Y, sobre todo, brilló con la quinta plaza en la modalidad olímpica de keirin. Toda una inyección de moral y autoestima para afrontar, con plenas garantías, el curso 2021.